El próximo mapa político

Sapag suena para Scioli, pero su sucesor se sumó a un acto massista

El gobernador electo de Neuquén, Omar Gutiérrez, participó de una reunión del MPN en apoyo a la candidatura del ex jefe de Gabinete. El candidato presidencial del FpV pone en riesgo un aliado clave.

Mientras el gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, sigue sonando como posible miembro de un hipotético gabinete nacional de Daniel Scioli, su delfín y sucesor, Omar Gutiérrez, sorprendió al sumarse a un acto de apoyo explícito a la candidatura presidencial de Sergio Massa. Un preocupante mensaje al candidato presidencial del Frente para la Victoria (FPV), que esperaba encontrar en el Movimiento Popular Neuquino (MPN), partido gobernante de la provincia patagónica desde hace más de cinco décadas, un aliado clave no sólo para las relaciones con el sur del país sino a la hora de los negocios petroleros: la porción más importante de Vaca Muerta está en el subsuelo neuquino.

 

El organizador del acto político fue el senador nacional y líder del sindicato petrolero neuquino, Guillermo Pereyra, un hábil dirigente que sabe moverse como líbero en el Congreso y reforzar su imagen opositora pero transformándose en aliado del oficialismo en temas cruciales, como fue la discusión de la nueva Ley de Hidrocarburos. “En este espacio hemos elegido acompañar a Sergio Massa, porque tiene una mirada federal en lo que hace a las economías regionales que están destruidas por este Gobierno”, afirmó el legislador sentado a dos sillas de Gutiérrez y con ambos respaldados por una cartelería gigante con el logo “+A 2015”, el slogan “El Cambio Justo” y una imagen gigante del líder del Frente Renovador y aspirante presidencial de la alianza UNA.

 

La foto de Pereyra y Gutiérrez unidos refleja, en primer lugar, la paz interna en el MPN. Este no es un dato menor: el elegido de Sapag y actual ministro de Economía neuquino venció al petrolero en la interna por la conducción partidaria –Gutiérrez es hoy el presidente del partido provincial- y hasta lo borró de la pelea por la gobernación: Pereyra tuvo que arriar sus banderas y alinearse en la pelea con la candidatura del ex gobernador Jorge Sobisch, quien también fue derrotado por Gutiérrez. La unión de estos dirigentes responde a una lógica netamente provincial: impulsar el corte de boleta para que el MPN sostenga su presencia en el Congreso nacional con bloque propio.

 

Pero a ese cuadro provincial hay que sumarle la lectura nacional: después de la foto de Gutiérrez delante de la gigantografía de Massa, Scioli –en caso de ser presidente- deberá remar contramarea para reforzar el puente con Neuquén, que daba por indiscutido. Más aún, luego de que el propio Sapag relativizara sus chances de asumir como secretario de Energía de un gabinete sciolista. “Hoy no hay cargos que puedan tentarme; sí me gustaría hacer otras cosas que quedaron pendientes, como las obras grandes que requieren mucha dedicación”, afirmó, aunque sí agradeció los elogios que supo propinarle Scioli en los últimos días y admitió el “aprecio y afecto mutuo” que lo unen con su par bonaerense, según declaraciones recogidas por el diario La Mañana de Neuquén.

 

Durante el acto, Gutiérrez eludió las referencias directas a Massa. Así como eludió las referencias directas a Scioli, a quien supuestamente apoya Sapag, su jefe político. Apenas si dejó apreciaciones políticas que no cruzaron los límites geográficos de Neuquén. “Se pone en juego la vida del único partido provincial que sigue en pie”, dijo, y aseguró que sus dirigentes “jamás van a ir de espaldas a Neuquén, porque eso es el MPN”. Mientras que a su lado, Pereyra subrayaba el “fuerte liderazgo político que demuestra el candidato del Frente Renovador”. Todo un mensaje para el comando de campaña sciolista.

 

Neuquén es un distrito clave para el futuro económico de la Argentina. Su suelo pisa la porción más importante de Vaca Muerta, la reserva de petróleo y gas más importante del país. Y, de acuerdo a la reforma constitucional de 1994, son las provincias las dueñas de sus recursos naturales. Es decir: cualquier acuerdo de inversión requerirá previamente la luz verde del gobierno de Neuquén, responsable de licitar las zonas de exploración y explotación. Por eso la relación con el gobierno neuquino será central para cualquier presidente, pero tal vez más para el que ordena su campaña proselitista detrás de un palabra clave: Desarrollo.

 

El gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto, eligió a Alfredo Intronati como ministro de Obras Públicas: nueva cara, nuevo tiempo.
Marco Lavagna, titular del INDEC

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