“No confío en la política de Estados Unidos ni he intercambiado una palabra con ellos, sin que esto signifique, ni mucho menos, un rechazo a una solución pacífica de los conflictos”, dijo Castro, de 88 años y retirado del poder en 2006 en una carta.
Sin embargo, el padre de la revolución cubana no criticó el histórico acuerdo de normalizar relaciones anunciado el 17 de diciembre por su hermano y sucesor, Raúl Castro, y el presidente estadounidense, Barack Obama, que fue saludado por todo el mundo.
“El Presidente de Cuba ha dado los pasos pertinentes de acuerdo a sus prerrogativas y las facultades que le conceden la Asamblea Nacional (Parlamento) y el Partido Comunista de Cuba” (único), escribió.
“Defenderemos siempre la cooperación y la amistad con todos los pueblos del mundo y entre ellos los de nuestros adversarios políticos. Es lo que estamos reclamando para todos”, señaló el ex presidente, quien había sido el gran ausente en el histórico acercamiento entre ambos países tras medio siglo.
La carta de Castro, titulada “Para mis compañeros de la Federación Estudiantil Universitaria” fue publicada íntegramente en el diario Granma y los demás medios estatales de la isla, sin destacar en los encabezados sus comentarios sobre el proceso de normalización con Washington.
El silencio de Fidel había alimentado rumores sobre su salud e incluso su muerte a comienzos de este mes.
El acuerdo para normalizar las relaciones fue precedido por conversaciones secretas desarrolladas durante 18 meses, bajo auspicio del Vaticano y Canadá.
La carta está fechada el lunes, cuatro días después de que Cuba y Estados Unidos sostuvieran en La Habana sus primeras conversaciones de alto nivel en 35 años de cara al restablecimiento de relaciones diplomáticas, rotas en 1961, dos años después del triunfo de la revolución de Fidel Castro, que marcó un giro de la isla hacia el comunismo.