El rol del oficialismo en los distritos massistas vuelve a determinar la estrategia de un espacio que debe atravesar múltiples escollos en el conurbano bonaerense. El caso de Juan Zabaleta, edil de la Primera y mano derecha del vicepresidente, Amado Boudou, es un claro ejemplo de sobrevivencia.
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Arrojado a una posible candidatura, el heredero de Juan José Mussi, que gestó un cuadro difícil de doblegar en Berazategui, camina –de a poco– la Provincia para mostrarse como un referente del kirchnerismo más duro.
“La inclusión genera la posibilidad de que los chicos puedan tener un futuro y puedan mirar hacia adelante”, dijo Zabaleta. Luego de hacer hincapié en el proceso de inclusión que llevó a cabo el gobierno Nacional en estos 10 años, reflotó un apotegma K. “Hemos recuperado la familia, con el papá trabajando, los chicos en las escuelas y con los abuelos con su jubilación”.
“En nuestro distrito todavía hay mucho por hacer y tenemos muchas tareas todos los días para incluir y generar derechos con esta posibilidad que nos da este Gobierno y este proyecto político para que haya una Argentina para todos”, reconoció Juanchi.
Desde su sector, Mussi resaltó cada logro en el Municipio que maneja como un modelo a seguir en el resto de los distritos más importantes del Gran Buenos Aires.
“Gracias al proyecto de país pudimos tener también en el distrito casi pleno empleo con 12 parques industriales, con 500 pymes que se instalaron en Berazategui, y así pudimos lograr una composición familiar”, dijo el jefe comunal de la Tercera.