Sileoni remarcó que en la provincia de Buenos Aires, luego de 17 días de paro al inicio del actual ciclo lectivo y tras una “discusión ardua y difícil”, llegó a un acuerdo “salarial y de condiciones de trabajo”, por lo que ese tipo de “consensos son anuales”.
“Si hay alguna reflexión que hacer sobre algunas cuestiones que faltan, edilicias, de comedores o de lo que fuera que se discutan pero no a costa de seguir perdiendo días de clases”, insistió en declaraciones radiales.
El funcionario nacional manifestó su preocupación por la advertencia de UDA, SADOP Y CEA, que integran la paritaria federal y la CGT oficialista de Antonio Caló, de llamar a un paro nacional, al denunciar el “incumplimiento del gobierno del acta de negociación firmada en marzo y por la inflación que afecta el aumento salarial”.
Además, la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), dejó en claro que realizará para por lo menos el primer día luego del receso invernal.
“La cadena se corta por el eslabón más fino”, se lamentó el titular de la cartera educativa y aseveró que “siempre distingo lo que son las legítimas reivindicaciones en democracia, y siempre hay que escucharlas, pero también volvemos a decir que no hay derecho por sobre el derecho de los chicos a tener clase”.
“La provincia de Buenos Aires está haciendo un esfuerzo para llegar a los 180 días de clases y no sé si va a llegar”, acotó.
“Respecto de otros gremios, nosotros hacemos acuerdos nacionales”, destacó Sileoni y recordó que en el marco de la última discusión paritaria nacional se pudo “consensuar después de dos años de no hacerlo”.
Al respecto, el ministro puntualizó: “Hemos discutido salarios en un contexto arduo y difícil y esto también hay que advertirlo y reconocerlo”.
En otro orden, consultado sobre la ampliación a doble jornada en 127 escuelas bonaerenses, recientemente anunciada, Sileoni reconoció que las autoridades educativas tienen una deuda para sumar otros colegios a este proyecto en los barrios más pobres.
“Allí donde todavía hay contextos de vulnerabilidad, las familias no pobres construyen alternativas para sus hijos: en contraturno mandan a sus hijos a idioma, arte, deportes, actividades culturales, pero los sectores menos pudientes no tienen esa alternativa; es la escuela y después no hay otra posibilidad”, expresó.
En tal sentido, aceptó que “hay que trabajar en las barriadas más pobres con las que tenemos una deuda” respecto de ampliar las escuelas de doble escolaridad.