Política

Sin relación con Giorgi, Breitenstein le trae dolores de cabeza a Scioli

Letra P.-El Ministro sciolista quedó expuesto por la disputa en Gestamp y su mala sintonía con Débora Giorgi. En Bahía, Gustavo Bevilacqua recibió a otro referente massista.

Cristian Breitenstein, ministro de Producción, Ciencia y Tecnología de la provincia de Buenos Aires, salió a defender el papel de la gestión que integra en un conflicto que sobrepasó límites políticos y expuso las tensiones con Débora Giorgi en los momentos que la disputa tomaba temperatura.

 

“La Provincia tuvo una solución facilista”. Así se refirió la Ministra de Industria, quien volvió a deslizar que la relación con el dirigente bahiense –y sus pares– es casi nula. Ante eso, en la Ola Naranja no hubo repercusiones estruendosas y se involucraron en el caso Gestamp luego de que la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, le reclamara a Daniel Scioli que se haga cargo.

 

“No soy vocero de la empresa. Estamos acá para garantizar el normal funcionamiento de la producción, algo que se garantizó hoy después de un conflicto de muchos días. Lo que hicimos fue obligar a las partes a negociar”, advirtió Breitenstein, en declaraciones a radio La Red.

 

En su rol obligado, el ex intendente de Bahía Blanca desligó responsabilidades a cualquier estamento dirigencial, aunque exhibió la pobre sintonía con Giorgi, quien no dudó en apuntarle al sciolismo por los sucesos que enfurecieron a todo el kirchnerismo. Hasta se encargó de difundir, antes de que tome tono mediático, de que se estuvo trabajando con la empresa y los empleados.

 

“Es una decisión empresarial. En numerosas empresas y terminales se han dispuesto suspensiones en virtud que ha caído la demanda. Tenemos que atacar el conflicto por dos lados, incentivando la industria”, insistió el “Alemán”. A pesar de lo que se impulsa en Provincia y Nación las tensiones regresaron con otra aparición del cuestionado Ricardo Pignanelli, titular del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor de la República Argentina (SMATA).

 

Acusado por los dirigentes del Frente de Izquierda, el gremialista con una aceitada relación con el kirchnerismo explotó y acusó a los trabajadores enlistados con el diputado nacional del Partido Obrero, Néstor Pitrola.  “Yo soy un trabajador que se baja en El Palomar para ir a las fábricas, aunque ese hijo de puta diga que soy un burócrata“, disparó en radio Mitre.

 

“Que vaya a la Cámara de Diputados, que se dedique a hacer política y nos deje a nosotros que manejemos los gremios”, advirtió Pignanelli, quien responsabilizó al armado trotskista por la puja en la fábrica de autopartes en el noreste bonaerense.

 

Con ese panorama, Breitenstein continúa en el ojo de la tormenta mientras varios empleados, enojados porque los enviaron a realizarse estudios médicos a Capital Federal, no les permitieron ingresar al predio. Y ese no es el único problema que debe afrontar.

 

A pesar de que el caso Gestamp le provoca dolor de cabeza, debe cuidar lo que sucede en su tierra. Ayer, en Bahía Blanca, Gustavo Bevilacqua recibió a otro dirigente massista para seguir aumentando la incógnita sobre lo que sucederá en el distrito más importantes del sur provincial.

 

En el marco de su campaña, Darío Giustozzi se reunió con el jefe comunal en un encuentro que derrochó notable afinidad hacia el modelo pensado en Tigre, con varias críticas a Scioli. “Hay tres preocupaciones centrales que uno recoge dolorosamente cuando tiene la posibilidad de actualizarse de la realidad de los distintos municipios de esta querida provincia: la seguridad, la economía y la infraestructura que dificulta y encarece las producciones locales“, advirtió el legislador, que transitó las calles del Ministro sin ningún problema.

 

Marcos Ferrer, intendente de Río Tercero. 
El gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, junto a Lisandro Enrico.

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