La movilización central que se realiza cada año en Plaza de Mayo, y los miles de encuentros y actos que se replican a lo largo y ancho de todo el país, dan cuenta de como los argentinos se han apropiado del Día de la Memoria.
En esta fecha emergen desde los pliegues de la Patria los valores que le dan sentido a la consigna histórica Memoria, Verdad y Justicia: la tolerancia, la perseverancia, el respeto, la fuerza y el amor que, en la búsqueda de sus hijos y familiares, las Madres y Abuelas utilizaron como herramientas para combatir a la dictadura cívico-militar 1976-83.
Ese universo conformado por valores, necesidades y militancia fue recuperado por el Estado argentino en 2003. Durante los gobiernos democráticos que sucedieron a la dictadura cívico-militar, aquellas demandas de Madres y Abuelas, hijos, sobrevivientes, familiares y militantes, habían sido reducidas a expresiones marginales. Pero desde el 25 de mayo de 2003, se convirtieron en política de Estado. “Vengo a pedir perdón en nombre del Estado argentino”, avisaba un emocionado Néstor Kirchner, en el acto del 24 de marzo de 2004 en la ex ESMA.
Los avances en el campo de la reparación de derechos dan cuenta de un tiempo histórico marcado por la construcción y ampliación de ciudadanía. Los derechos humanos se han convertido en una suerte de paradigma que determina prácticas sociales para la convivencia democrática. Es desde esa concepción que desarrollamos nuestro trabajo institucional en la provincia de Buenos Aires: derechos humanos como concepción rectora de todas las políticas públicas.
A la consigna Memoria, Verdad y Justicia hemos sumado el cuarto pilar: Inclusión Social. Entendemos que esta idea rectora sintetiza nuestra pertenencia histórica, y que también perfila nuestro compromiso en el presente para construir futuro. Se trata de recuperar la mejor tradición peronista: la Justicia Social como mandamiento de nuestro movimiento, que luego Néstor y Cristina Kirchner supieron recuperar con una fabulosa actualización política y doctrinaria.
Desde nuestra Secretaría hemos abordado este desafío con una certeza: sólo desde el trabajo articulado entre Nación, Provincia, municipios, militancia territorial y los demás poderes será posible profundizar esta política de Estado. Se trata de comprender, como expresó el gobernador Daniel Scioli, el “carácter transversal y el espíritu rector” de los derechos humanos.
Quienes habitamos los derechos humanos desde la responsabilidad política debemos planificar nuestro trabajo en torno a dos proposiciones básicas:
- Ampliación y fortalecimiento de la territorialización a través de la construcción de políticas públicas.
- Construir un campo simbólico integral en torno a los alcances y competencia institucional-política-social-cultural de los DDHH.
Es importante comprender que los derechos humanos deben interpelar a los ciudadanos y éstos deben apropiarse de los sentidos y los valores que los constituyen. En este ida y vuelta se encuentra la posibilidad de ampliar ciudadanía, construir políticas públicas que incluyan y que sean eficaces en los diversos campos de acción y ámbitos de intervención de nuestra Secretaría: salud, educación, cultura, género, seguridad.
Desde la construcción de una ley de prevención de la tortura que está actualmente en estudio, y la conformación del CIPreT (Comisión Interministerial para la prevención de la Tortura) en el ámbito del Ejecutivo, hasta los juicios de lesa humanidad que están avanzando en las complicidades civiles y los delitos sexuales. Desde al abordaje de la violencia de género con el Programa AVM (atención telefónica las 24hs. los 365 días del año al 0800-555-0137) hasta las señalizaciones de ex centros clandestinos. Desde la entrega de pensiones a familiares de víctimas de la dictadura hasta la identidad de género. Desde Asuntos Indígenas hasta violencia institucional. Desde problemáticas de discapacidad hasta la trata. Desde la formación de ciudadanía y formas de participación política en la juventud hasta una editorial propia para concientizar y crear sentidos.
Este es el legado de los que no están y de quienes recuperaron sus luchas y banderas. Se trata de la reparación, pero también de la construcción de una patria más justa, libre, soberana. Memoria, Verdad, Justicia e Inclusión Social.