Dentro de los 21 imputados, se encuentra Miguel Etchecolatz, por delitos cometidos en perjuicio de 147 víctimas. En su declaración el ex comisario aseguró que “por mi cargo y jerarquía me tocó matar, pero no sé cuánta gente”.
Además agregó que “si salía a matar a alguien para quitarle la vida, era porque había llamados, denuncias de vecinos que veían algo raro en el lugar, le mandaba patrullas y ahí estaba la vida de uno u otro”.
“Yo no sé los años que me quedan de vida para mí, pero creo que el talonario se me va acortando, no me importan cuánto hagan de mí persona porque estoy más allá, pero sí me importa que se respeten la Constitución y las leyes”, dijo al exponer ante el Tribunal Oral Federal N1.
Entre los casos que se investigan están los de Laura Carlotto, hija de Estela de Carlotto, y la privación ilegítima de la libertad de Antonio Bautista Bettini, padre de Carlos Bettini, actual embajador argentino en España.
Además, se juzga la sustracción de Matías y Gonzalo Reggiardo Tolosa y de Natalia Suárez Nelson, nacidos mientras sus madres estaban cautivas en ese centro clandestino de detención, tras lo cual fueron apropiados y décadas más tarde recuperaron su identidad.
El centro clandestino de “La Cacha” estaba ubicado entre las calles 191, 196, 47 y 52 de La Plata, contiguo al penal de Olmos y en las antiguas instalaciones de Radio Provincia. La Cacha funcionó como centro clandestino desde 1976 a 1978 y además operó como una maternidad clandestina para las detenidas- desaparecidas que se encontraban embarazadas.