Es que cuando Budassi a mediados de febrero detectó 232 casas que estaban registradas como baldíos y 45 piletas cuya construcción nunca fue informado en el exclusivo barrio marplatense, no dio mayores detalles de quienes sí coincidían en su declaración con el lugar en el que vivían.
Así, un ex funcionario legislativo, un reconocido periodista y un productor teatral –cercano al massismo- que viven en el barrio cerrado pusieron el grito en el cielo por ser tildados de evasores.
Para detectar la evasión Arba puso en funciones un drone; una aeronave sin tripulación que capta en tiempo real y se puede controlar hasta con un celular mediante el sistema android.
El 80 por ciento de las casas que hay en el country Rumencó no fueron declaradas y evadían impuestos. Pero el restante 20 por ciento sí estaban declaradas, con lo cual la jugada del titular de la agencia, Iván Budassi, dejó a más de uno descontento, no sólo a los que no pagaron sino también a los que cumplen.