Luego de rumores y acusaciones sobre cláusulas secretas entre YPF Y Chevron, para poner en marcha el yacimiento Vaca Muerta, el funcionario atribuyó las versiones a “los opositores de siempre que están financiados por otras” compañías del sector.
En su habitual conferencia de prensa, Capitanich dijo que “lo de Chevron es parte de más de lo mismo. No hay nada nuevo bajo el sol. No hay cláusulas secretas sino cláusulas de confidencialidad que forman parte de la operatoria típica de esta naturaleza”.
Desde la Casa Rosada, amplió que las versiones sobre el asunto provienen “de los mismos opositores de siempre que están financiados por otras petroleras”. “Si uno explora y no encuentra nada, pierde todo lo que invirtió. Si encuentra un yacimiento que garantiza el repago, tiene que tener un horizonte de carácter temporal para garantizar la recuperación de la inversión. En ese contexto todo lo que contempla el contrato es lo que en forma ordinaria se efectúa”, explicó.
Para el Jefe de Gabinete, las acusaciones forman parte de “una cortina de humo para otras cuestiones que inexorablemente pretenden ocultar”, desde la oposición, e insistió que “en este oficio nos conocemos todos, sabemos cómo funcionan las operaciones de prensa”.
“Nadie dice nada respecto al convenio que ha suscripto la Argentina con Suiza, gracias al que se han identificado 4.000 cuentas, de las cuales solo 123 están declaradas. Y tampoco nadie dice nada de la Comisión Bicameral (en el Congreso) que hay que crear sobre sobrefacturación de importaciones y subfacturación de exportaciones”, resaltó.
Según el diario La Nación, Chevron condicionó la firma del acuerdo con YPF para invertir en el yacimiento Vaca Muerta a la reforma de leyes federales y provinciales, y a la aprobación de nuevas normas. Esas modificaciones debían resultar de su “entera satisfacción” para que comenzara a traer capitales a la Argentina.