Julián Alvarez se lanzará hoy como candidato a la intendencia de Lanús con la necesidad imperante de quebrar la racha de derrotas que acumula La Cámpora a nivel electoral. El secretario de Justicia sabe que la carrera será dura porque el kirchnerismo tendría dos candidatos que desdoblarían el voto. el actual intendente Darío Díaz Pérez también quiere competir.
Justamente la expectativa de Alvarez es bajar a Díaz Pérez con el pretexto de que su administración hace, como dice el viceministro, “que la gente extrañe a Quindimil”. Esta semana conversó el tema con la propia Cristina Kirchner quien no le dio ninguna pista sobre la posibilidad de que él sea el único candidato. Y es que en Olivos prefieren que Alvarez aproveche su concatcto con jueces y fiscales para consolidarse como un operador de confianza en el mundillo de los tribunales, algo que en el Gobierno ya dan por descontado que será necesario a partir de diciembre de 2015.
Además Díaz Pérez tiene amplios respaldos en la pinguinera. Estuvo en el acto de Máximo Kirchner en Argentinos Juniors y tiene buena relación con Julio De Vido. Aunque no lo dice abiertamente, Díaz Pérez cree que al que van a terminar bajando va a ser a Alvarez.
Alvarez insiste con la intendencia porque busca mantener un pago chico desde donde proyectarse. A diferencia de otros camporistas no tiene por delante mandato de legislador (Eduardo De Pedro) ni ha concursado para cargos en la Justicia (Franco Piccardi). Hoy su destino más firme es el colegio de abogados de Lanús.
La elección será dura porque en el municipio viene con grandes chances Nicolás Russo, expresdiente exitoso del club Lanús e integrante del Frente Renovador de Sergio Massa. Hoy es el gran favorito y en el kirchnerismo puro lo saben.
De hecho, en las proyecciones de Alvarez que cuentan con el análisis de Leopoldo Moreau, el voto de Russo también se podría dividir con la candidatura del macrista Néstor Grindetti en el caso de que esa iniciativa lograra algún despegue cosa que todavía no ocurre.
Por su parte, el otro sector del Frente Renovador que encabeza el senador bonaernese, José Luis Pallares, no logra despegar. La interna que mantiene con Russo el espacio que tiene como icono lo que fue la gestión de Manolo Quindimil (su sobrina, Noelia, es concejal y busca ser candidata impulsada por Pallares) enfurece a más de un massista; acusando al legislador de “sólo generar mezquindades”.