Se sabe, el Ejecutivo bonaerense ya dio por cerrada la paritaria docente y confirmó que iba a liquidar por decreto la oferta de aumento salarial del 22,6 por ciento (en 3 cuotas), una propuesta que fue rechazada por los sindicalistas del sector. En la Provincia “los pesos se cuentan de a uno”, se le escuchó decir al director de la Agencia de Recaudación (ARBA), Martín Di Bella.
Después del “compas de espera” que se abrió durante la trágica inundación, las entidades que conforman el Frente Gremial Docente le advirtieron a la Directora General de Cultura y Educación, Nora de Lucía, que el reclamo salarial se mantiene firme, entre otros pedidos puntuales.
Durante esa reunión, le reprocharon a la funcionaria sciolista una “solución inmediata a la deuda de sueldos y las liquidaciones incorrectas de haberes (reclamo que se viene sosteniendo desde 2012), como así también alguna respuesta al pago irregular de transporte y comedores escolares.
A partir de esas demandas, la DGCyE se comprometió, a partir del viernes próximo, a realizar un pago adicional a los más de 10 mil docentes afectados por dichas irregularidades “informáticas”, garantizando, además, que en los salarios de mayo no existiría ningún inconveniente técnico, como se presentó en esta liquidación.
En términos estrictamente políticos, el goberandor parece ir perdiendo combustible para el momento de disputar “poder real” dentro del oficialismo, pese a su condicción de kirchnerista.
Durante los últimos días, y tras el incesante desfile de ministros nacionales en la Facultad de Periodismo platense, donde el espacio K “Unidos y Organizados” instaló el centro de operaciones para la tarea militante de “colaborar solidariamente” con los vecinos que fueron gravemente afectados por el reciente temporal, Scioli buscó exhibir tener “autonomía política para la foto”.
En medio de las denuncias contra Lázaro Báez, el empresario más cercano a los Kirchner, acusado por “lavado de dinero” y la controvertida reforma judicial oficialista, Scioli se volvió a fotografiar con opositores como el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y el gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, al compartir una cena en homenaje a los 30 años de democracia.
Esa “foto” promete alguna respuesta segura de parte del kirchnerismo ortodoxo. Casi tanto como los dichos del gobernador durante una entrevista “pautada” donde afirmó que “si no hubiese inflación” no habría “aliento” desde el gobierno nacional para impulsar un congelamiento de precios.
“Los niveles de aumento de salarios están respondiendo a una inflación que puede ser más o menos, pero que debe ser enfrentada”, puntualizó DS en obvia alusión al conflicto salarial que todavía permance abierto con el sindicalismo docente.
El gobernador sigue sin poder dar vuelta esa página, pues continúa tan atado financieramente a la ayuda del gobierno nacional como antes de la trágica lluvia en La Plata. Algunos actores del oficialista Frente para la Victoria presagian sobre el horizonte de la Provincia “dificultades concretas” para cuando llegue el momento de enfrentar el pago del medio aguinaldo de junio a los empleados de la administración pública bonaerense.
Contaminados y dentro del microclima gubernamental y legislativo, no pocos ratifican que Scioli les ordenó a los “sciolistas puros” abandonar los reclamos por la distribución de los fondos federales que distribuye la Casa Rosada e, inclusive, hasta habría decidido ceder cualquier discusión interna por futuros “espacios propios” en las listas legislativas de octubre, a cambio de obtener gobernabilidad en la Provincia.
Días atrás, Scioli firmó la simultaneidad de los comicios provinciales con los nacionales. Con ese decreto de convocatoria formal a las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) en otra jugada compartida con la Casa Rosada.
En La Plata aseguran que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner no consensuará con Scioli ni con intendentes, la futura conformación de las listas electorales del oficialista FPV-PJ. No descartan, además, una potencial “invasión” de militantes rentados de “La Cámpora” y de “Unidos y Organizados” en las listas de renovación legislativa de octubre en la Provincia.
Sobre el escenario gubernamental y legislativo platense brotan varias inquietudes sobre las “señales equívocas” que viene dando el intendente de Tigre, Sergio Massa, hasta que vea despejado el cronograma electoral. Mientras algunos analistas locales entienden que Massa (en las últimas horas remarcó la importancia de que un gobierno administre correctamente sus recursos y los gastos, frase que pareció un tiro por elevación contra Scioli) debería jugar en la elección de octubre con una candidatura a diputado nacional “por afuera” del kirchnerismo, otros dirigentes clásicos del peronismo apuestan a que el alcalde de Tigre terminará jugando en los próximos comicios legislativos con la camiseta de la Casa Rosada.
Hasta la ciudad de las diagonales llegaron apostillas de la reciente reunión en Bahía Blanca entre los operadores políticos de Massa (Juanjo Álvarez y el “patito” Sebastián Galmarini) con el referente seccional Pablo Garate, la diputada del Frente Renovador Verónica Couly, el exsenador Jorge Scoccia y Juan Carlos Bonacorsi; “además de otros que buscaron aparecer en la foto”. En la mesa no hubo representantes del ministro de la Producción, Cristian Breitenstein.
Pese a las evidentes divisiones, se logró armar una mesa de trabajo que permita consolidar el espacio del massismo en territorio bahiense y toda la Sexta Sección electoral. Dicen que los referentes seccionales del Frente Renovador prometieron volver a reunirse el 27 del corriente mes, en instalaciones del Club Atlético Ventana de la serrana localidad de Sierra de la Ventana.
El termómetro legislativo parece indicar también que el regreso de los senadores y diputados a los recintos de sesiones, previsto para esta semana, no estará exento de “pases de facturas políticas” por los efectos de la trágica inundación en La Plata.
Legisladores de la oposición, como Walter Martello y Oscar Negrelli (Coalición Cívica-ARI), ayer se reunieron con el juez de Garantías Guillermo Federico Atencio, quien tiene a cargo la causa para determinar el número de víctimas fatales del temporal y las responsabilidades penales de funcionarios públicos por las muertes.
Los diputados también le pidieron que difunda públicamente los nombres de las 37 personas fallecidas durante el temporal (y las circunstancias de estos decesos), que no fueron incluidas en el listado oficial de 52 víctimas fatales dado a conocer oportunamente por el gobierno de Scioli.
Además de la potencial de una comisión investigadora sobre las acciones del intendente platense Pablo Bruera, en la tragedia, no pocos actores del arco político del oficialismo y de la oposición siguen estudiando la posibilidad de iniciar un jury a funcionarios judiciales en caso de que se siga registrando un accionar poco transparente en la investigación.
No sólo eso. Hasta el vicegobernador Gabriel Mariotto avaló la propuesta de la oposición para analizar posibles irregularidades en la confección de la nómina de víctimas fatales.
Intentando pisar sobre terreno firme, la Provincia se exhibe “trabajando” en un plan de obras contra las inundaciones, intentando aplacar los fuertes cuestionamientos de la oposición legislativa.
Con aparente “luz verde” ingresó a la Legislatura un proyecto de ley, presentado por la senadora Silvia Pérez (FpV-PJ), donde se establece que todas las ciudades, localidades y pueblos del territorio provincial deberán tener en cada intersección de calles un elemento visual geo-referencial de la cota hídrica.
La iniciativa de la legisladora oficialista por la Sexta tendría “viento a favor” para un rápido tratamiento parlamentario, ya que propone una referencia urbana que “no es más que los mojones que se encuentran en las rutas, es simplemente información para un caso de emergencia”.
La movida encuentra su justificación a partir del cambio climático que se viene produciendo en el mundo, que posibilita eventuales catástrofes urbanas de consecuencias no siempre estimadas con rigor, como la acontecida el 2 de abril pasado en La Plata.
Con el presuntuoso título “coordinan acciones para la región del Sudoeste”, días atrás los ministros Gustavo Arrieta (Asuntos Agrarios) y Silvina Batakis (Economía) recibieron al intendente de Coronel Dorrego, Fabián Zorzano, y a secretarios de producción de Adolfo Alsina y Puan, para avanzar en la implementación de la llegada de fondos con el fin de profundizar los programas y planes que la Provincia aplica en todo ese territorio con los componentes diferenciales de la región.
“La idea es apoyar el desarrollo de los proyectos y acompañar el proceso para que lleguen a la instancia final lo antes posible y sin fisuras. La realidad actual nos exige, más que nunca, precisión quirúrgica en la aplicación de fondos públicos para apuntalar al crecimiento productivo del Sudoeste allí donde sea necesario”, puntualizó Arrieta, el funcionario más kirchnerista que tiene Scioli dentro de su gabinete ministerial.
(*) Periodista, columnista de La Nueva Provincia