Según la jefa de Estado, durante la visita que hizo por las inundaciones en La Plata, una voluntaria le contó que en “algunos barrios marginales, gente con palos impedía que entregaran la ayuda”.
Explicó que se trata “de los famosos punteros que quieren que las cosas le lleguen a la gente de sus propias manos y así siguen con ese vínculo perverso”.
“Hay que terminar con esto”, advirtió, “hemos avanzado con la Asignación Universal por Hijo directa y la tarjeta bancaria pero todavía subsisten estas prácticas del Medioevo, la gleba, donde la gente depende del señor que le de las cosas”, dijo.
Fue entonces que apuntó contra “los violentos, los que quieren lucrar con la miseria” y reclamó a la Justicia “que ponga las cosas en su lugar para restablecer el equilibrio”.