La Unión Cívica Radical vive un momento clave en su historia política. El partido que tiene fuerte presencia en la provincia de Buenos Aires, busca organizarse en su Convención del 2 de marzo en Olavarría y trabaja, a la par de este evento, en una alianza a nivel nacional con el partido que encabeza Hermes Binner.
La convención mostrará a una inmensa mayoría que retoma la línea histórica fundada por Hipólito Yrigoyen y Ricardo Alfonsín, lo que no tiene nada que ver con la derecha argentina. Un partido social, demócrata y progresista es lo que pretendemos todos.
-¿Qué quedará dentro del partido después del 2 de marzo?
-Tanto Nuevos Aires, como el grupo del alfonsinismo, que es el mayoritario, coincidimos, aunque sea, a donde no debemos ir. En ese sentido el possismo está solo y es absolutamente marginal dentro del partido, eso está muy claro.
Existen matices de cómo formular el sistema de alianzas, pero las vamos a resolver y la verdad que yo aspiro a que se vote un documento único para anunciar donde está parada la Unión Cívica Radical, para olvidar las viejas rencillas con el objetivo de poner al partido en movimiento y en valor.
Desde ese punto, creo, nos paramos en la escena política como lo que somos: una fuerza centenaria que tiene potencia electoral, con Intendentes en la provincia. Creo que se da en principio de formulación de acuerdos programáticos con fuerzas similares, pero sin actitud de menoscabo del radicalismo, sobre la base de la fortaleza porque no somos invitados a ninguna alianza.
-Usted dice que Gustavo Posse está solo, ¿le hizo mal a la UCR?
-No me gusta particularizar, pero esa idea que tienen algunos sectores, que se han ido y vuelto del partido, de arreglar con gente que no tiene nada que ver con nosotros, sea (Jesús) Cariglino o (Mauricio) Macri, tienen una visión equivocada de la política. El planteo de una interna abierta en toda la oposición, al estilo de (Henrique) Capriles en Venezuela, es regalar las banderas históricas y, en la búsqueda de juntar diputados, se consigue algo que la gente no entiende. Un error, del que me hago cargo, cómo haber llevado a Francisco De Narváez como candidato a Gobernador, lo pagamos brutalmente en las urnas y el radicalismo perdió electorado por llevar a alguien que no tiene nada que ver con nosotros.
Lo que buscamos es que el partido recupere su identidad e ir a una confrontación electoral, si es posible, con aliados o solos pero con las banderas históricas a las que pertenecemos.
-En la situación que describe, ¿Posse se quedaría afuera?
-Eso es una decisión de Posse, pero si acata la resolución partidaria será parte de la UCR, y si no la acata no sería la primera vez que no tome el camino del radicalismo.
La convención es el reflejo de lo que piensa la UCR en la provincia, porque está integrada por los 135 distritos: allí se representan los interesas de los que gobiernan, de los que no; aquellos que tienen muchos concejales y de los que no los tienen. Más del 80% de esa convención está en la dirección de fortalecer el partido y si se llega a algún acuerdo, que se realice con fuerzas afines.
Si algunos, a regañadientes, acatan o deciden no hacerlo, tendrán su destino por fuera del radicalismo. Por dentro se establecerán ciertas reglas de juego que tienen la razón de ser de un partido, donde se autorizan determinadas cosas y se establecen límites. Se está dentro o no, no hay mucha vuelta en eso.
-¿Cómo se lleva con Walter Carusso?
-Personalmente no tengo problemas, pero en la visión de la política tengo muchas discrepancias. El pragmatismo de las personas allegadas a Gustavo Posse, que Carusso representa, no lo comparto. Ellos creen que es necesario una cuerdo con sectores intolerables.
-Hoy el bloque de la UCR en Diputados está partido, se dice que algunos legisladores volverían a su sector, ¿cuánto define la reunión en Olavarría sobre el tema?
-Francamente nunca puse como objetivo el tema del bloque. En cada una de las conversaciones con los otros sectores, nunca lo puse en discusión, creo que eso es algo posterior que requiere de mayor diálogo para resolver una cuestión política, porque fue así la división.
No tengo ese tipo de vanidades, de representar a 5, 7 o a 12, eso se dará en el futuro, no permito que se ponga en negociación algo de esa naturaleza, hecho que puede concebirse cómo la búsqueda de un poder personal.
Acuerdo con el FAP
-¿Cuánto depende el acuerdo con el Frente Amplio Progresista de la reunión provincial?
-El 2 de marzo se expresará la idea de no ser un partido sectario, abierto a acuerdos políticos y programáticos. La verdad que no tengo la posibilidad de saber cómo terminará todo, pero debemos marcar nuestro posicionamiento, si se da una alianza en buena hora, y si no, seguiremos cómo lo hicimos en los tiempos más difíciles.
-¿Cree que Margarita Stolbizer apura la definición de la UCR al pedir que se defina el partido en sentar posición?
-El radicalismo tomará una decisión porque queremos hacerlo, no porque Stolbizer lo pida. La convención no es un gesto hacia el FAP, es poner el partido donde tiene que estar, si eso les resulta bien a ellos mejor, pero no vamos a hacer algo para que nos acepten determinados potenciales socios.
Si uno ve el marco político, con los únicos que podríamos tener similitudes ideológicas es con el FAP, pero después hay que materializarlas con decisiones. Es apresurado hablar sobre el tema, porque debemos afinar cuestiones importantes, pero comete un error quien piensa que el único destino posible es un acuerdo con el Frente Amplio Progresista.
Ariel Boffelli
@ariel_boffelli