Para mantener el poder en el Concejo, Bruera negoció el pase de Amendolara al massismo
Frente a embestidas del kirchnerismo, el mandatario platense abrió un canal de negociación con Sergio Massa ofreciéndole a Valeria Amendolara para que se incorpore al bloque de diputados en diciembre. En el Concejo Deliberante de La Plata, espacio más que necesario en el proyecto de subsistencia que tiene el jefe comunal, llegará Gabriel, su hermano, quien es resistido en armado K, y hasta el mismo bruerismo para manejar la presidencia.
Esta situación pone a Bruera en una encrucijada más que compleja, porque según cuentan fuentes del Concejo Delibernate, la presidencia del mismo “está para cualquiera”. La realidad marca que Pablo Bruera habría ofrecido a Amendolara para que sus concejales acompañen con el voto la designación del sindicialista y titular de ATSA, Pedro Borgini.
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Pero el massismo no ve en Borgini un hombre propio y entiende que el único beneficiado con la jugada es el devaluado Intendente, a quien en los pasillos de la política platense se lo compara con Aníbal Ibarra después del 2 de abril. Bruera, y la marca de su apellido, podrá mantener un 15 o 16 por ciento pero nunca más volverá a ganar una elección, analizan los conocedores del electorado platense.
Otras de las dudas que tienen, los que analizan la propuesta bruerista, es lo difícil que será para Pablo Oscar controlar a Valeria Amendolara, al punto de hacerla renunciar al kirchnerismo para pasar mágicamente al Frente Renovador.
Hoy, si Bruera no concreta un acuerdo de este tipo, ve peligrar el manejo del Concejo Deliberante platense. El riesgo se multiplica frente a un alto nivel de fragmentación, donde no salió una figura excluyente del recinto, como pudo haber sido en otra época “Pocho” Prandini, a quien el oficialismo y la oposición respetaban. Por eso, la gobernabilidad legislativa pasa a ser un gran dolor de cabeza para un mandatario que todavía debe dar explicaciones al respecto de una de las tragedias urbanas más grandes que se recuerde en los últimos tiempos.
El kirchnerismo desesperado por un cargo
El kirchnerismo platense, espacio que no deja de ser la hoguera de las vanidades, busca una estrategia para ganar el Concejo Deliberante, cargo que supo manejar Javier Pacharotti, uno de los amigos de toda la vida de Gabriel Bruera, pero hoy massista y autopostulado a intendente.
El que estaría esperando una llamado de “Pekerman”, para que lo impulse y deje posicionado, es el concejal Martín “el mudo” Alaníz, quien espera la comunicación de la Rosada para que lo acomode como “el presidente”. La situación es compleja porque no cuenta con el apoyo de los demás ediles kirchneristas, entre los que se encuentra Sebastián Tangorra, del sector que conduce el ministro de Justicia de la Nación, Julio Alak, que se negó a participar de las listas de “unidad” en el PJ, que encabeza Pablo Bruera y el sector de Florencia Saintout.
Muchos lo acusan de haber sido quien, con la voluntad de favorecer a Bruera, jugó para atrás en las elecciones de octubre. Sólo se podría hacer con ese lugar si su amigo Máximo Kirchner llama al intendente y pide que todos los concejales brueristas voten a favor de él. Independientemente de la obtención del cargo, ésta situación no resuelve gobernabilidad del Concejo, porque Alaníz, haciéndole honor a su apodo, no mantiene diálogo con ningún otro actor del deliberativo local. Al día de hoy, el hombre de La Cámpora, tiene una deslucida (y casi nula) actuación parlamentaria.
Otro de los kirchneristas que busca sus cinco segundo de fama es el secretario de Oscar Parrilli,Germán Beltrano, candidato en cuarto lugar de la lista que encabezó Gabriel Bruera. Sin tapujos, dice que Parrilli llamará al intendente para hacer renunciar a su hermano y que el corrimiento le permita ingresar al recinto, y casi con un pase de magia, quede ungido como titular parlamentario platense. Lo que está claro es que todo el armado K de la capital bonaerense, filo bruerista o anti bruerista, tiene una guerra declarada entre sí y no logra una estrategia común desde el 2003 a esta parte.
“Sí para el kirchnerismo ha sido a nivel nacional la década ganada, para el kirchnerismo platense no ha sido más que una década de errores, traiciones y mezquindades que desde Guido “Kibo” Carlotto a esta parte, lo único que han buscado es un cargo con chofer y secretaria que les permita crecer”, remarcó una alta fuente de Balcarce 50.
Frente a todo este cuadro de situación, quedan tan sólo 15 días para develar si Bruera logrará tener un control político del Concejo Deliberante o si los dos años que tiene por delante, quedará a la buena de Dios.