Las sonrisas cómplices entre los principales rivales de agosto y octubre pasados llamaron la atención de todos. Todo eso hizo que los más altos referentes kirchneristas y massistas salgan inmediatamente a vomitar una mezcla de rabia, bronca, incomprensión y hasta justificación. Las fotos dejaron desorientados a más de uno.
La derrota del Frente para la Victoria en las paso y en las generales golpearon duro, eso se sabe. Por más que se haya querido minimizar, dibujar, relativizar y disimular, la victoria de Massa fue una piña al mentón, que lógicamente, ocasionaría movimientos internos.
Hoy por hoy, Insaurralde se siente desencantado tanto por el kirchnerismo más duro como por el gobernador Daniel Scioli y toda su línea. Es que hoy, a casi 1 mes del cachetazo electoral, quien encabezó la lista oficial percibe que no le reconocen todo el esfuerzo que hizo de poner la cara y caminar toda la Provincia tratando de evitar un fracaso aún mayor, en nombre del Frente para la Victoria.
Hoy, cuando faltan pocas semanas para la asunción y jura de los legisladores electos, MI se encuentra en una gran encrucijada que le genera un importante problema. Teniendo en cuenta su malestar y enojo con sus pares K, él no puede quedarse al frente del municipio de Lomas de Zamora -como se le cruzó por la cabeza en algún momento- porque lo empujan para que se vaya.
Desde Nación quieren que asuma su banca en el Congreso, y eso le ocasiona una disyuntiva personal, ya que cuando mira al 2015, siente que como diputado no tendrá todo el poder y reconocimiento que realmente quisiera.
Por eso hay quienes aseguran que Insaurralde está jugando a correr y presionar al ex motonauta para que le dé un ministerio. Es que de esta manera el panorama se le modificaría sustancialmente, con miras a las próximas elecciones. Él quiere ser visible, que se lo conozca, que lo observen.
Si asume como diputado en diciembre, lo hará como diputado raso, y tiene bien en claro que eso no le alcanza para lograr su objetivo más ambicioso dentro de un par de años. MI necesita demostrar que tiene que tener algo más que eso.
“Iría al ministerio de Infraestructura”, anticipan desde Lomas de Zamora quienes sostienen esta teoría de Insaurralde 2015. Argumentan que encabezando esa cartera, MI va a ser protagonista principal del gabinete provincial en estos próximos 2 años, manejando una caja, recorriendo la Provincia e inaugurando obras en primera persona. “Así la gente lo va a conocer”, agregan.
“Yo lo dije el día que la presidenta me eligió para ser candidato a primer legislador y mi gran compromiso con este proyecto político fue encabezar la lista, ser candidato a diputado nacional y asumir mi banca”, confirmó Insaurralde luego del almuerzo de Scioli con intendentes en Gobernación, a principios de noviembre. Todavía no ha pedido licencia ni tampoco renuncia en el Concejo Deliberante lomense. Luego se fotografió feliz con Massa y despertó las críticas de todos. Por eso la incertidumbre de su jugada.
Una jugada que tiene como intención presionar al Gobernador. Su meta está ahí, en calle 6, porque Nación lo quiere en el Congreso. Días atrás se reunió con el ministro de Planificación Julio de Vido y el tiempo se agota, estas semanas son clave para definir su futuro.
Su sonrisa abrazado a Jésica Cirio, en Tigre y a centímetros de un feliz Sergio Massa no fue para nada casual. MI espera que esa presión le llegue a Scioli. Quiere conseguir un puesto que mejor le calce para competir con Fernando Espinoza dentro de 2 años.