En la política, a veces, la historia no importa. A pesar de que se le reconoce a Martín Sabbatella gestar un gran cambio en Morón, el nuevo rol institucional lo obliga a adecuarse al oficialismo, a pesar de ser un referente con pocos mandatarios adherentes en el conurbano. Esos intendentes, quienes señalaron el desgaste por las colectoras que Nuevo Encuentro impulsa, en la búsqueda de consolidarse más allá de lo que queda de gestión, son los protagonistas.
Julio Pereyra, el caudillo de Florencio Varela, al igual que Alberto Descalzo, advirtió la bronca que circula entre los mandatarios. “La colectora existió en las elecciones del 2011, y le hemos ganado. En esta también le hemos ganado a pesar de que no hicimos figurar mucho a nuestro candidato a concejal, pero vamos a sacar más diferencia”, reconocía Pereyra, en clara referencia la boleta del sabbatellismo.
En ese panorama adverso, y con la referencia de haber batallado contra el estilo de los Barones, el actual titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), llamativamente, diferencia la estrategia en Merlo.
Como pudo averiguar Letra P, el vasco Raúl Othacehé, a través de influencias, logró que el funcionario encargado de pelear a favor de la Ley de Medios no instalara, a diferencia de Ituzaingó (distrito lindante a Merlo), una lista colectora que descontara votos al oficialismo encarnado en el mandatario que desde hace 22 años, a través de “métodos nefastos”, maneja los hilos políticos.
La clave está en una cuestión familiar. Gracias a Enrique Koch, hermano de Guillermina Koch, esposa del Jefe de Gabinete nacional, Juan Manuel Abal Medina, y secretario privado de Othacehé, el hombre fuerte de la AFSCA desestimó un avance de su espacio en esa localidad del Oeste.
A pesar de que supo recorrer las calles por los ataques a sus militantes, el archivo condena a Sabbatella. “El intendente (Raúl Othacehé) es el responsable de la violencia que existe en Merlo y es su responsabilidad desactivar a las patotas que atemorizan a la población y a los militantes políticos y sociales”, advertía al ex jefe comunal de Morón, quien formó parte del Frepaso, como Abal Medina.
“Le soltó la manos a los militantes. Puso a su esposa como candidata a Senadora y los muchachos de Merlo, que se arreglen. Ellos han tenido una actitud casi heroica, enfrentando todo”, le comentaron a este medio desde la 1ª sección electoral. Pero las rispideces de diferentes estamentos no terminan ahí, varios se escudan en el surgimiento de Nuevo Encuentro, hoy enlistado bajo la nómina del modelo “Nacional y Popular”, y las diferencias estratégicas de la vieja política, aunque la realidad marca un nuevo panorama.
Con la postulación de Hernán Sabbatella como primer candidato a concejal, y de José María Ghi, hermano de Lucas Ghi, se desmorona aquel estilo que supo diferenciarlo y caratularlo como el futuro del progresismo bonaerense.
“Los ‘barones del Conurbano’ van saltando de una postura a otra“, advertía, en 2009, cuando su rol era el de opositor. Hoy la situación es otra, y el ejemplo de Merlo es más que contundente.