Ferzola desapareció el primer día hábil de 2010 cuando comandaba un helicóptero Robinson 44 que partió desde el aeródromo de Brandsen hacia la localidad balnearia de Santa Teresita, donde iba a recargar combustible.
La idea era volar hasta Pinamar para sumarse al control de tránsito que desarrollaba por entonces la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), para el cual había sido contratado el piloto. La Administración Nacional de la Aviación Civil realizó una búsqueda en la que empleó 18 aeronaves que recorrieron unos 9 mil kilómetros en esa tarea pero no pudo hallarse ni el piloto ni su nave.
Sin embargo, en noviembre pasado el fiscal penal de la causa, Juan Cruz Condomí Alcorta, archivó la causa al transcurrir un tiempo sin que se registren novedades en la investigación, aunque en la resolución se aclara que si surgiera alguna nueva pista se reabrirá el expediente.
Durante buena parte de la investigación la principal sospecha fue que el aparato cayó al mar y así se explicaría la ausencia de todo rastro. Pero también se lo buscó por tierra. Uno de los últimos rastrillajes se realizó en un lugar llamado Reserva Escondida, ubicado entre las localidades de Verónica y Punta de Indio.
En ese operativo, que contó con la participación, a pie y a caballo, del fiscal, se rastrillaron zonas prácticamente inaccesibles pero sin resultados positivos.