Según se supo de fuentes legislativas, Obeid quiso “bendecir” para ese cargo a un compañero de militancia suyo, pero el marplatense Diego Garciarena, ex concejal y actual Pro Secretario Legislativo del Senado, le hizo otorgar la mencionada gerencia de Trabajo -vía Mariotto- a su ex empleado del bloque de concejales Jorge Trovatto y como segundo colocó a otro empleado de su sector político.
Garciarena es uno de los principales colaboradores de Mariotto y se convirtió en su operador político de referencia en la Quinta. Pero la designación de Trovatto “dejó afuera” al sector del Evita y de La Cámpora de la conducción de la Oficina del Empleo y Capacitación que gerenciaba Obeid.
Así las cosas, apadrinados por Ottavis, Raverta y Obeid fueron a plantarle al Vice provincial sus quejas por el aparente limado de poder político del que habían sido objeto por parte de Garciarena. La alusión a la falta de “pertenencia al kirchnerismo puro” de Garciarena y de Trovatto hizo estallar –según la fuente- el enojo de Mariotto quien a los gritos les habría facturado que “lo tienen podrido los aires y la soberbia” de los dirigentes de La Cámpora, sector donde abrevan Raverta y Obeid.
Fue entonces –continuó el relato- que intervino un pálido Ottavis para poner calma en la tormenta y retirar a los jóvenes marplatenses antes de que el enojo de Mariotto pase a mayores. La disputa de poder entre sectores del Frente para la Victoria y La Cámpora marplatenses promete, no obstante, nuevos capítulos.