Videla confesó en el libro del periodista Ceferino Reato “Disposición Final”, que “el objetivo de hacerlas desparecer, no solo la vida sino sus restos (fue) para no provocar problemas ni dentro ni fuera del país”, durante el golpe de Estado de 1976.
“Qué falta de humanidad en este personaje que está sabiendo que va a terminar sus días tras las rejas y que, lejos de arrepentirse y confesar, se vanagloria”, lamentó Carlotto en declaraciones a radio Continental, al conocer algunos párrafos del libro de próxima aparición.
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, repudió las afirmaciones de Videla y se preguntó “¿quién autoriza estas entrevistas tan largas, tan coloquiales para que luego se escriba un libro o extensos reportajes?”, que reivindican el terrorismo de Estado.
La defensora de los Derechos Humanos admitió su asombro ante “la confesión de lo que venían a hacer a conciencia con la eliminación física de miles de personas; hablan de siete u otro mil pero fueron muchas más, lo ven como una cosa lógica y lo cuenta como una hazaña”.
Carlotto se manifestó esperanzada en que el libro sirva “como un elemento probatorio más de la deshumanización y crueldad de estos personajes, de los cuales Videla es el más emblemático y conocido pero que implica a cuatro juntas (militares) y muchos más que debajo de ellas participaron del cumplimiento de estos objetivos.”
“No había otra solución; (los golpistas) estábamos de acuerdo en que era el precio a pagar” y “necesitábamos que no fuera evidente para que la sociedad no se diera cuenta”, dijo el ex dictador en uno de los pasajes que aparece el libro, además de admitir la desaparición de miles de personas.