Las mujeres –en su mayoría de nacionalidad dominicana, algunas de nacionalidad paraguaya, dos argentinas y una brasileña– fueron liberadas en dos operativos realizados en la capital puntana y otro e la localidad de La Toma y recibieron asistencia de la Oficina de Rescate y acompañamiento.
Todas las víctimas son mayores de edad y, tras sus primeras declaraciones, se comprobó que en todos los relatos aparecían claros indicios del delito de Trata. Hubo captación y reclutamiento en sus países de origen, pago de pasajes, acogimiento en la República Argentina por parte de una persona que luego las contactó con los encargados de los prostíbulos y, finalmente, explotación sexual en los prostíbulos.
Todas las víctimas reconocieron tener deudas monetarias con sus explotadores por el costo del pasaje y la alimentación, situación que se repite en todos los lugares donde se llevan a cabo los rescates. En esta oportunidad, los investigadores pudieron identificar una conexión entre la persona que reclutaba y la que recibía en el lugar de destino, en el caso de las víctimas provenientes de la República Dominicana. Las víctimas relataron haber ido rotando por diversos lugares dentro del circuito prostibulario de la provincia de San Luis.
Los prostíbulos requisados quedaron clausurados y se procedió a la detención de tres personas, identificadas como las responsables de cada uno de los lugares. Las víctimas, quedaron a resguardo de la Oficina de Rescate y Acompañamiento a las Víctimas de Trata.
Seis de las víctimas serán trasladas a Buenos Aires, porque desean retornar a su país de origen. Hasta entonces, quedarán alojadas en la Casa Refugio que la Secretaría de Justicia de la Nación ha dispuesto para albergar a las víctimas de estos delitos aberrantes.