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Antes de subir al escenario, conversó con LetraP y describió las primeras imágenes que se le vienen a la mente cuando se le pide que recuerde la década del sesenta, “recuerdo haber ganado multitudinarimente”, comenzó Pepe.
Luego, mencionó la forma en que “retrocede Arturo Frondizi que se lo vendía a la sociedad argentina como un gran estadista, como el último estadista que aplicó el plan Conintes –Conmoción Interna de Estado- sobre los trabajadores de la carne”. También mencionó a “Lisandro de La Torre con Sebastián Borro a la cabeza; los bancarios y los ferroviarios”.
A continuación narró que estuvo siete meses en campo de mayo debido al plan que mencionó y recordó “que aplicó Frondizi, que llegó –a la presidencia- con los votos del peronismo”, contó que después “a ese personaje le ganamos nosotros la elección el de 18 marzo de 1962”. Justificó la utilización de la primera persona del plural “porque Andrés Framini encabezó la lista como gobernador junto con Anglada que era un ilustre desconocido, lo digo respetuosamente, y yo iba como candidato a diputado provincial, salimos electos y en la primera sección electoral encabecé la lista de tal manera que formé parte de esa verdadera epopeya”. Rememoró que “también vinimos a la ciudad de La Plata a tomar la gobernación simbólicamente”.
Pepe incluyó en sus memorias una fotografía junto a Framini, Vandor, Rosendo García y Antonio Caifero, “muy joven” y luego pasó a narrar cómo diez años después del triunfo provincial de la resistencia peronista, lo intentaron asesinar.
“En el ’72 en la ciudad de Junín sufrimos un ataque de cinco personajes que bajaron de un auto a los tiros y mataron al lado mío a un compañero, el gringo Piva“, narro el ex diputado justicialista. Continuó la historia y aclaró que “con el arma que lo matan, a mi me golpean en la cabeza” y mostró con su mano la cicatriz de los ocho puntos que remendaron la herida. Es por eso que el peronista cree que “el candidato era yo” y que se salvó porque por “las cosas de la providencia y del destino, un compañero me protegió”.
Dice recordar siempre a su compañero caído en aquel episodio y acudir al pie de su tumba cada diez años para rendirle homenaje “porque considero que el balazo no era para él”, afirmó.
El hombre de una altura imponente, aseguró que “recuerdo esa fecha como una fecha emblemática de la resistencia del peronismo” y consignó: “ahora todo el mundo se prende pero -antes- era escabroso, difícil a riesgo de cosas como esta que acabo de relatar, se te iba la vida”.
Luego, aseguró que tuvo suerte porque “era un tipo más o menos conocido, ocupé la primera página de Crónica”, pero no sucedió lo mismo con sus compañeros a quienes “les que arrebataron la vida sin saber quiénes eran” y a manos de “estos miserables que bombardearon, fusilaron, persiguieron, proscribieron”.
Reflexionó sobre la situación y cuestionó “qué más le quieren pedir al peronismo de lo que el movimiento le ha otorgado a esta república, siempre dentro de los cánones de la ley, podríamos habernos rajado nosotros en el 2001 o 2002 cuando se caía el sistema, pero aparecimos de nuevo para salvarlo”. “Cuando apareció Nazareno diciendo que la corte Suprema de Justicia diciendo que se hacía cargo, lo sacamos a empujones al secretario de justicia”, testificó.
Continuó narrando los hechos cronológicamente: “asumió Camaño unos días más, después Dhualde y luego de éste aparece Kirchner y hoy está acá el país gobernado por el peronismo.
Lorenzo Pepe hizo hincapié en el “deber ser” a la hora de actuar políticamente y reiteró “nosotros no nos vamos a mover de la ley” y prosiguió, “en el 83 cuando tuvimos que morder el polvo de la derrota lo hicimos y estuvimos seis años haciendo nuestra tarea de opositores”. Declaró que del mismo modo acutaron “cuando tembló el sistema con don Raúl Alfonsín” debido a que “fuimos los primeros que corrimos para ponernos al lado de él y darle un beso en la mejilla derecha adentro de la Casa Rosada”.
Manifestó que “fue el peronismo el que estuvo siempre” y concluyó, “queremos que la gente vote, que se pueda expresar y somos muy obedientes a las resoluciones que el pueblo determina a través del voto”.