El Melli, quien acompaña a su hermano en la dirección técnica de Lanús, se refiere a su presente en el club Granate, a la dirigencia actual de Boca y habla sobre su paso por los distintos equipos. ¿Cómo llegó a jugar en el club Xeneize y qué opina de “Fútbol para Todos”?
Las altas temperaturas de los últimos días y la humedad en ascenso convierten a la ciudad de las diagonales en un lugar casi desértico. Los pocos transeúntes que caminan por las calles céntricas lo hacen buscando la exigua sombra que existe.
Son casi las cinco de la tarde en la metrópoli y el termómetro acusa 33 grados centígrados. La Plata no es el Valle de la Muerte, el territorio californiano más caluroso del planeta, pero aun los platenses no se acostumbran a un Noviembre tan agobiante.
Gustavo llega puntual a la entrevista. Se baja rápido de su camioneta negra importada, saluda a sus vecinos que están en la vereda y luego ingresa a la casa de sus padres.
A lo largo de tus 15 años de futbolista fuiste dirigido por diversos técnicos entre ellos “Mostaza” Merlo y Carlos Bianchi: ¿Qué aprendiste de ellos?-
Cuando uno es jugador va escuchando al técnico de la misma forma que el alumno escucha al profesor. Acá pasa lo mismo. Hay una base de conocimientos que por lo general la tienen todos y después cada uno le va dando la impronta personal a cada situación.
¿Cómo llegaron con Guillermo a jugar en Boca Juniors?
Por recomendaciones de Diego Maradona. Habíamos tenido unas reuniones y además, él justo había organizado un partido a beneficio de la Cruz Roja acá en La Plata. Luego salió públicamente a apoyarnos para que llegáramos al club.
Con la dirigencia actual de Boca: ¿Tenés buena relación?
Si. No tengo diálogo constante pero me llevo bien producto del tiempo que estuve ahí.
Los Mellizos Barros Schelotto, quienes nacieron en la ciudad capital en Mayo de 1973, y debutaron en Gimnasia y Esgrima de La Plata en 1992, siempre fueron muy queridos por los hinchas Xeneises y del Lobo platense. Fueron protagonistas dela Copa Centenario, la que ganó Gimnasia en 1993, y durante la “Era Bianchi” conquistaron el afecto de los hinchas bosteros.
Hace unos meses, debutaron como técnicos en Lanus y los resultados obtenidos hasta el momento son altamente satisfactorios. De hecho, hasta Maurico Macri confesó que le gustaría tenerlos en Boca. Sin embargo, Gustavo, al igual que su hermano, se muestra respetuoso y sólo piensa en el presente.
¿Crees que tu impulsividad en la cancha jugó en contra en tu carrera profesional?
Si, puede ser que alguna vez haya tenido una actitud impulsiva y no reflexiva pero uno va aprendiendo y ahora como entrenador trato de ser completamente reflexivo.
Vos que tenes conocimiento sobre el fútbol paraguayo, además, estuviste como asistente del entrenador en el Club Atlético Peñarol de Uruguay y jugaste en la Alianza Lima de Perú: ¿Observás diferencias importantes entre los diversos clubes de fútbol latinoamericanos?
No. Hay algunos lugares que es muy exigente por la gran cantidad de medios de comunicación que hay como en Argentina. A los grandes se le exige mucho más en nuestro país porque tienen más posibilidades de contratar jugadores. Pero, desde la parte física es exigente en todos lados dado que los mismos preparadores físicos trabajan en los tres países. Los equipos chicos en estas regiones no tienen muchas responsabilidades, pero en Argentina sí porque por lo general pertenecen a una ciudad.
Gustavo se retiró como jugador profesional en el 2007, luego de haber pasado, entre otros clubes, por Gimnasia y Esgrima de La Plata, Boca Juniors, Racing, Rosario Central, Unión de Santa Fe y el Villarreal de España. En este último, jugó junto a Martín Palermo.
¿Cuál es tu opinión sobre Fútbol para Todos?
La gente en la Argentina le gusta mirar fútbol y culturalmente está muy metido en cada uno. Desde ese punto de vista es beneficioso. Pero también habrá gente con otras necesidades que le reclama al estado otro tipo de intervención. Como futbolista ha sido muy bueno porque ha crecido la participación de todos en el negocio.
(*) Periodista