La fiscalización para cuidar los votos de La Libertad Avanza (LLA) en la provincia de Buenos Aires se ha transformado en un dolor de cabeza para Javier Milei. En medio de idas y vueltas sobre quién tiene el control en diversas regiones bonaerenses y con el ala dura del PRO subida al team libertario, del comando de campaña del León salió la orden de correr al partido amarillo del control de los votos en cuatro ciudades clave del distrito que concentra el 37 por ciento del padrón electoral nacional, dos de los cuales son gobernados por alcaldes del partido que fundó Mauricio Macri.
La Libertad Avanza no acepta que el PRO coordine la fiscalización en La Plata, Mar del Plata, La Matanza y Lomas de Zamora. Julio Garro y Guillermo Montenegro conducen los primeros dos, respectivamente. Los otros están en manos del peronismo: Fernando Espinoza seguirá cuatro años más en territorio matancero y Federico Otermín asumirá el 10 de diciembre en Lomas.
En Juntos por el Cambio (JxC) no cayó bien la decisión de LLA. A la obviedad de que la alianza opositora tiene más experiencia y un número de fiscales suficientes, fuentes de la fuerza destacan el hecho de que en la Octava sección y en la perla de la Quinta hay gobiernos PRO.
La razón de la decisión de La Libertad Avanza de correr a JxC de la fiscalización sería el manejo de los fondos que se destinan a tal caso. Serían unos 20 mil pesos por fiscal entre La Plata y Mar del Plata, lo que representaría un total de unos 70 millones de pesos en ambos municipios.
Esta situación alerto a las principales espadas de LLA “Si Montenegro se ofreció a coordinar la fiscalización y tanto Macri como (Patricia) Bullrich dieron el compromiso, para qué nos ponemos a inventar cosas”, dijo con molestia y off the record un armador de La Libertad Avanza.
La misma fuente alertó que en esos cuatro distritos podría estar la clave de la elección y que allí podría hacer la diferencia el partido violeta. “Pareciera que algunos que están cerca de Milei juegan para Massa”, se quejó el dirigente.