¿Qué rol buscará ocupar Mauricio Macri en el gobierno de Javier Milei? Esa pregunta, el gran interrogante desde el Pacto de Acassuso que selló el nacimiento del mileimacrismo, empezó a responderse con los primeros nombres que trascendieron del gabinete, todas figuras del entorno del presidente electo y ninguna del PRO. Como pudo saber Letra P a través de un dirigente al tanto de las negociaciones, la apuesta del exmandatario es sumar cuadros técnicos y segundas líneas en la administración libertaria, aunque aseguran que no presionará para incidir en la primera plana de los ocho ministerios que quedarán en el esquema anticipado que tendrá La Libertad Avanza.
“Va a depender mucho de Javier hasta dónde nos deje entrar, no vamos a forzar ningún ingreso que no sea el que nos pida”, aseguró a este medio la fuente. También admitió que la verdadera incógnita es quién conducirá Economía, y en ese ámbito hubo una oferta concreta de Milei a Luis “Toto” Caputo, que ya fue rechazada.
En el PRO analizan que el desafío del presidente electo es que no tiene un cuadro de peso para poner en ese ministerio. “Son todos muy mayores de edad o no tienen seniority (antiguedad), ningún puente con banqueros, el establishment o el mundo de las finanzas”, opinaron de modo lapidario.
A Macri le interesa acordar una agenda parlamentaria con los libertarios. Su carta fuerte en el Congreso será Cristian Ritondo, que se apuró el domingo a tuitear primero una foto con una motosierra y luego otra de un abrazo con Milei. La muñeca política del dirigente que supo ser el más cercano a María Eugenia Vidal pesará a la hora de evaluar cuántos diputados se quedan en su bloque y cuántos de otros sectores se animan a dar el salto a las filas libertarias o a funcionar como aliados en las votaciones.
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En lo personal, Macri no quiere comprometerse. Por eso sostendrá su posición de no aceptar ningún cargo institucional, aunque nadie lo imagina corriéndose de la escena del poder. Esa tensión reactiva el debate sobre cuál será su nivel de incidencia. Una opción es que busque ser un “asesor con experiencia” para guiar al libertario, un rol que lo llevaría a convertirse en una especie de “faro moral” como lo fue Elisa Carrió en la era Cambiemos, dispuesto a cuestionar a Milei si resurgen sus tintes autoritarios. La otra, si apuesta a una intervención más pragmática, con buena parte de la dirigencia del PRO metida en la gestión, dispuesto a marcar el ritmo y las políticas de la próxima etapa, un “auditor político”, como lo fue Cristina Fernández de Kirchner con sus cartas durante el gobierno del Frente de Todos, decidido a vetar las políticas que considere incorrectas. Desde el partido aseguran que eso aún está por verse y que es prematuro hacer análisis antes de estar definido el próximo gabinete.
La desconfianza
No todo es color de rosas entre el macrismo y los libertarios. Después del domingo de abrazos y festejos, en el PRO creen que el éxito de la fiscalización se debió a sus propios equipos y, en diálogo con Letra P, un dirigente que participó activamente del operativo reconoció las dificultades que hubo para trazar una estrategia conjunta con La Libertad Avanza.
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Pese a las reuniones compartidas y el intento de un trabajo conjunto, ratifican que no hubo una creciente racionalización del espacio, un intento de amoldarse a las consignas, sino la exposición del desorden en las filas libertarias. “Tienen más internas que el peronismo. Y las tienen a un nivel desbocado, no se gastan en ocultarlas”, se sorprendió un dirigente que participó de la fiscalización en la provincia de Buenos Aires.
El expresidente espera que la elección nacional y su éxito en instalar que fue su propio empujón el que habilitó el triunfo de Milei, sea a su vez un impulso para que Andrés Ibarra derrote a Juan Román Riquelme y arrebatarle la conducción al oficialismo en dos semanas.
Según confirmaron desde su entorno a Letra P, Macri viajará el martes por la noche a Emiratos Árabes para anunciar que consiguió financiamiento para la nueva Bombonera que quiere construir en el predio de Casa Amarilla. El verdadero objetivo que desvela al expresidente es recuperar Boca, su verdadera motivación.