La casta judicial quedó tecleando tras los resultados de las elecciones primarias. Sus integrantes tenían el tablero resuelto, candidatos a la Procuración incluidos, con las fichas puestas en un triunfo de Juntos por el Cambio. "Todo eso ya no existe", aseguran en un rincón de ese mapa, que evidencia una "actitud de recálculo ante el desconcierto". A Javier Milei ni lo habían escuchado con atención y, ahora, andan a la caza de “algún enlace” del que engancharse.
“Recalculando”, dice el GPS que aglutina los despachos más poderosos de la justicia vernácula. Jueces y fiscales, operadores que pululan entre pasillos de Comodoro Py y el Palacio de Justicia, además de referentes de los satélites con los cuales el Poder Judicial teje y sostiene su densidad frente al resto de los poderes del Estado, no vieron venir el batacazo de El León, que cosechó el 30 por ciento de los votos en las elecciones y se convirtió en el candidato a presidente más votado.
“Acá todos descontaban que ganaba Juntos por el Cambio, que tenía todo bajo control, todo armado con sus respectivos enlaces para aceitar los esquemas desde el lunes posterior a las PASO. Se ve que descansaron tanto que se quedaron dormidos”, resumen en los tribunales de Retiro. Por estos días, la desorientación es la norma.
Un tablero que voló por el aire
Según pudo reconstruir Letra P, la “cuestión judicial” era “una de las bases seguras” para las dos fórmulas de Juntos por el Cambio de cara a un eventual gobierno a partir del 10 de diciembre de 2023. Incluso circulaban nombres de sus propuestas para reemplazar a Eduardo Casal en el cargo de Procurador General. Las fuentes judiciales indican que el juez federal Ariel Lijo era la carta de Horacio Rodríguez Larreta y el ex ministro de Justicia de Cambiemos, Germán Garavano, la apuesta de Patricia Bullrich.
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Bullrich ya recibió presiones para que Garavano sea su ministro de Justicia en caso de ganar las elecciones.
Los resultados de las PASO sacudieron el tablero y las fichas volaron por el aire. Con Rodríguez Larreta como el principal perdedor de las primarias, el destino que avizoraba Lijo se esfumó. Por su parte, Garavano, figura simpática para lo más rancio y conservador dentro del Poder Judicial y “el hombre de Mauricio Macri" en la Justicia, quedó con cartas a su favor para pedir un poco más.
De hecho, tras convertirse en la opción de la alianza de cara a las presidenciales de octubre, Bullrich ya recibió presiones para que el exministro retorne a la cartera judicial en caso de que su excolega en Seguridad se siente en el sillón de Rivadavia.
Tirando líneas
El desconcierto radica en que el Poder Judicial, esa casta a la que Milei decidió no tocar en su discurso mediático y de redes ni en su plataforma electoral ni tampoco en su propuesta de gobierno, “no tiene enlace” con La Libertad Avanza. “No se sabe para dónde mirar, con quién hablar, no saben si esperar a que los vengan a buscar o tomar la iniciativa”, describieron en un despacho camarista.
La búsqueda sin faro de algún nombre al que ir a tocar la puerta o del que esperar una línea no arroja buenos resultados. Quien asoma es el abogado Santiago Viola, nombrado por Milei como apoderado de La Libertad Avanza. Viola es una “papa sucia” en Comodoro Py, según definen en los pasillos de los tribunales de Retiro. Su nombre resonó en la escena pública hace algunos años: como abogado del hijo de Lázaro Báez, intentó correr al juez federal Sebastián Casanello de la causa en la que investigaba al empresario y su familia por lavado de dinero.
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A través de la incorporación de testimonios que luego resultaron falsos, y con la participación de personas vinculadas con la Agencia Federal de Inteligencia durante la gestión Cambiemos, Viola intentó instalar la versión de que Casanello había mantenido reuniones con Cristina Fernández de Kirchner cuando era presidenta y el expediente sobre lavado recién comenzaba. Aquello sucedió entre 2018 y 2019. Todo quedó en la nada.
Las propuestas de Milei para la Justicia
Si bien no hay enlace claro, una lectura a vuelo de pájaro por los planes de La Libertad Avanza para la Justicia bajaron los niveles de preocupación: “Si mantiene el statu quo, nadie va a levantar la voz y todo se va a acomodar”, advierten fuentes judiciales. “Si no los toca, el trato va a ser cordial”, completa.
Milei no planea tocar ni a jueces ni a fiscales y, mucho menos, su poder dentro del juego republicano. “La Justicia ha sido cooptada por los políticos durante las últimas décadas”, dijo, sin embargo, el candidato de ultraderecha durante la presentación de su plataforma de gobierno, en mayo pasado. “Avanzaremos en la despolitización de la Justicia”, prometió y explicó que será a través del nombramiento de un ministro “que sea miembro respetado del Poder Judicial”. Hasta ahora no dio indicios de quién podría ser.
“La Justicia ha sido cooptada por los políticos durante las últimas décadas. Avanzaremos en la despolitización de la Justicia”. “La Justicia ha sido cooptada por los políticos durante las últimas décadas. Avanzaremos en la despolitización de la Justicia”.
En tanto, señaló que nombrará un juez de la Corte Suprema –que hoy cuenta con la vacante de Elena Highton de Nolasco y sumará la de Juan Carlos Maqueda, quien debería jubilarse a fines de 2024– “con un juez sin pertenencia partidaria y férreo defensor de las ideas de (Juan Bautista) Alberdi”. Iguales cualidades quiere de un fiscal para reemplazar a Casal en su interinato al frente de la Procuración General. En un posible gobierno de la LLA, “cualquier filiación política y participación partidaria” de miembros de la Justicia estaría prohibida.
Las últimas dos designaciones no son facultad exclusiva del Ejecutivo ya que requieren el aval del Senado, aunque Macri demostró que las reglas pueden moldearse cuando nombró a Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz en la Corte Suprema y a Casal por decreto. En ese sentido, también planteó reformar el Consejo de la Magistratura: “Despolitizar la institución, en el sentido de limitar la actual preponderancia de los representantes de los órganos políticos, reduciendo su participación a sólo tres miembros y que, de ninguna manera, superen las plazas de integrantes civiles”, postuló en la plataforma electoral.
En tanto, Milei prometió “promover la independencia económica absoluta del Poder Judicial para que nunca más sea rehén del Poder Ejecutivo". Es decir, le entregaría toda la caja vía designación presupuestaria, sin injerencia ni control aparente.