Luego de cerrar el acuerdo paritario con el gremio docente y coronar, así, la última negociación salarial como gobernador de Córdoba, el candidato presidencial de Hacemos por Nuestro País, Juan Schiaretti, retrocedió sobre sus pasos y anunció el pago de un bono de 30 mil pesos a agentes en actividad de la Administración Pública provincial. El mismo que anunció Sergio Massa a finales de octubre y que el cordobesismo consideró innecesario en la provincia, en la que los acuerdos paritarios ya habían dejado a los salarios por encima los montos mínimos establecidos por aquella medida del ministro de Economía. Es decir, menos de 400 mil pesos.
El planteo original surgió sobre el final de la negociación con la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC) y finalmente alcanzó a todo el arco de trabajadores públicos estatales. El pago se hará efectivo la semana que viene, no contemplará a funcionarios y a los integrantes de la planta política, y alcanzará a los jubilados, que de todos modos cobraron menos ya que su bono será de 24 mil pesos.
El cambio de parecer de Schiaretti llega una semana después de conocerse el número de inflación de agosto y en medio de la campaña electoral que, en su provincia, tiene al peronismo nacional apuntando al electorado que lo acompañó en las PASO como principal objetivo para engordar la performance electoral del candidato de Unión por la Patria.
Con el bono, Schiaretti también responde a las acusaciones que advierten que no acompaña las medidas destinadas a la clase trabajadora y que se multiplicaron cuando la mayor parte de su bloque en la Cámara de Diputados votó en contra de la modificación del Impuesto a las Ganancias a comienzos de esta semana.
En ese marco, el bono para los trabajadores estatales también le sirve al gobernador para arrimar posiciones con los gremios. Sucede que, si bien la relación se mantiene en los buenos términos que caracterizaron a toda la gestión del presidenciable cordobesista, el recambio dirigencial con la discusión electoral entre los peronismos en pugna empieza a meter la cola justo cuando el mandatario está dando sus últimos pasos en la administración provincial.
Como oportunamente contó Letra P, en la Casa de Gobierno cordobesa aseguraban que la medida anunciada por Massa “no tenía sentido para Córdoba” porque ningún trabajador iba a recibir en septiembre una suba por debajo de los 33 mil pesos. El mismo Schiaretti salió a cuestionar los efectos de los anuncios sobre el sector privado y todo pareció cerrarse en la disputa entre los candidatos que se verán las caras en el debate presidencial del próximo 1 de octubre en Santiago del Estero.
El posicionamiento del gobernador continuó siendo el mismo ante cada uno de los anuncios del ministro de Economía, que en su entorno consideran “electoralistas” y, en algunos casos, “irresponsables”. A esas críticas se suman las voces de sus ministros y laderos políticos más importantes. El último fue Sergio Busso, el Ministro de Agricultura y Ganadería de Córdoba, que cuestionó la suspensión de 90 días a las retenciones a la producción lechera. El único ministro confirmado por Martín Llaryora dijo que la medida era transitoria y la consideró un “parche”. “El sector necesita políticas serias, claras y previsibles”, advirtió.
Así las cosas, con el eje en otro lugar, Schiaretti se subió al tren de los gobernadores bonistas y anunció un pago que universaliza el anuncio de Massa entre los estatales cordobeses, ya que no establece un techo salarial que limite el acceso al beneficio, y se lleva el rédito en medio de una disputa que irá creciendo con el correr de las semanas.
Queda un mes para las elecciones que definirán la suerte de Massa y posicionarán definitivamente a Schiaretti.