Los bloques de Unión por la Patria en el Congreso no se reúnen desde el anuncio de una interna en el PJ, pero sus respectivos jefes, el senador José Mayans y el diputado Germán Martínez, quienes integran la lista de Cristina Fernández de Kirchner, confían en juntar a sus pares en las próximas semanas para enterrar cualquier rumor de ruptura.
Mayans y Martínez visitaron este jueves a CFK en el Instituto Patria, con el dato de que la justicia iba a anular unas horas después la lista del gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela. Asistieron junto a la senadora Lucía Corpacci, la intendenta de Moreno, Mariel Fernández; y el sindicalista Ricardo Pignanelli, que completan el quinteto de vicepresidencias de la lista cristinista del PJ.
Los jefes legislativos acordaron temas de agenda parlamentaria para que Cristina sume a su discurso de campaña y se comprometieron a garantizar la unidad de sus bancadas, dónde, cómo explicó Letra P, sólo representantes de San Luis y La Rioja se jugaron por Quintela. En Diputados se agregaron a la tropa del riojano Victoria Tolosa Paz, Santiago Cafiero y la chubutense Eugenia Alianiello.
En la cámara baja hubo una minirebelión de este grupo cuando supieron que Martínez sería candidato en la lista de la expresidenta. Le hicieron saber su bronca al santafesino y la exministra de Desarrollo Social se descargó en el grupo de WhatsApp "Federales", que creó a fines de diciembre para diferenciarse de La Cámpora. En ese chat quedan 65 miembros y las últimas semanas estuvo casi inactivo.
La contención de Germán Martínez
Si bien hay diferencias de criterios en el bloque de Diputados de UP entre referentes de gobernadores y los sin tierra del interior con los camporistas, Quintela no tiene capacidad de agrupar a los primeros. Por caso, los diputados Juan Manuel Pedrini (Chaco) y Martín Soria (Río Negro) habían apoyado la gesta del riojano, pero desistieron cuando se largó el clamor por CFK. Hubo muchos casos similares.
Martínez nunca se asustó por los reproches de los quintelistas y, si bien prefiere no reunir al bloque hasta que baje la espuma de la interna, le confió a sus íntimos que no teme la ruptura. Entiende que nadie interesado en conducir el PJ puede aislarse como primera medida.
De hecho, si abandonan el bloque, los díscolos serán acusados de ser funcionales a Javier Milei. Los miembros de UP que por ahora se atreven a quedar pegados al Gobierno es el cuarteto de Catamarca, que responde al gobernador Raúl Jalil. Una de ellas, Fernanda Ávila, se fue de la sesión que debatió el veto presidencial a la ley de presupuesto universitario. En represalia, fue eyectada del chat grupal Federales.
Otro punto flaco de Quintela en la cámara baja es su antecesor, Sergio Casas, quien no está de acuerdo con la competencia de su expupilo, aunque evita enfrentarlo en público. La diputada que levantó la voz por el mandatario fue Hilda Aguirre, quien sería la primera en pegar el portazo si lo pide el gobernador, junto a Ricardo Herrera y Gabriela Pedrali.
Laboratorio Mayans
Mientras que Martínez se mantuvo equidistante de la interna hasta que recibió el llamado de Cristina para ser candidato, cinco minutos antes de la presentación de las listas, Mayans fue uno de los artífices de la candidatura partidaria de la expresidenta y uno de los gestores del fallido intento de unidad.
Tanto es así que el senador mantuvo largas charlas con Quintela y con el gobernador Axel Kicillof, a quienes no pudo convencer de los deseos de Cristina, ya sea para bajar de carrera la riojano o conseguir un pronunciamiento público del bonaerense.
La expresidenta acude a Mayans como mediador ante las dificultades de su tropa cercana de ejercer esa tarea sin perder los estribos. En el Senado aseguran que el formoseño fue quien convenció a la exmandataria de pelear el PJ para buscar una renovación en una etapa en la que es la única figura opositora de peso que se anima a confrontar con Milei. El senador tuvo algunos logros en el cierre como sumar a la lista kirchnerista a sus colegas y exgobernadores Sergio Uñac (San Juan) y Juan Manzur (Tucumán).
El interbloque de Unión por la Patria del Senado mantuvo muchas diferencias este año, con acusaciones cruzadas por las derrotas al comienzo del ciclo legislativo. Las internas peronistas en la cámara alta se fueron apaciguando a medida que el oficialismo fue perdiendo control del palacio, hasta preferirlo cerrado.
Agenda legislativa
Mayans se preocupó estas semanas de mantener el bloque en orden. Se reunió casi a diario con el senador riojano Fernando Rejal, para garantizarse que todo estuviera bien. Además, el equipo del formoseño tiene trato cotidiano con María Florencia López, la otra representante de Quintela en la cámara alta.
El puntano Fernando Salino es el otro aliado al riojano en el Senado, por la decisión del PJ de su provincia. Pero a diferencia de sus coterráneos de Diputados, como Pipi Alí, el senador mantiene perfil bajo y no se involucra en la interna.
Cristina habló este jueves con Mayans y Martínez de una agenda legislativa para lo que resta del año, con temas que podrían ser parte del proselitismo partidista. Uno es el DNU 864, que le permite a Milei renegociar deuda a gusto.
En Diputados, Martínez confía en tener una mayoría para derogar ese decreto. En el Senado hay que hacer cuentas finas y, más difícil aún, lograr que Victoria Villarruel quiera convocar a una sesión.
Mayans también llevó inquietudes del interior profundo, como las consecuencias de la paralización total de la obra pública y la desfinanciación de las cajas jubilatorias provinciales, temas que se tratarán con el presupuesto 2025.
Pero el aspecto central de la charla fue la búsqueda de unidad, que Mayans y Martínez se comprometieron a buscar desde el Congreso, con la confianza de lograr el efecto contagio en el resto del país. Ese fue su compromiso.