Un dirigente encumbrado en la Asociación del Fútbol Argentino suelta la palabra “algarabía” cuando se refiere al estado de Sergio Massa como precandidato a presidente por el oficialismo, aunque enseguida aclara: “Sabemos que esto aún no comenzó”.
En la AFA, como en muchos edificios que concentran el poder de la Argentina, el cierre de listas dejó alegrías y frustraciones, pero con el comienzo de la campaña, las pelotas empezaron a acomodarse: si en algún momento se rastreaba en la buena sintonía entre Horacio Rodríguez Larreta y Claudio “Chiqui” Tapia, ahora el entusiasmo está en afianzar relaciones con el ministro de Economía y precandidato de Unión por la Patria, que tiene expertise en la construcción desde el fútbol y que en el último tiempo se mostró muy a gusto con este Tapia empoderado.
Entre Massa y Tapia siempre hubo buen diálogo, aunque los encuentros en el pasado nunca se traducían en fotos o actos públicos. En enero de 2020, el ahora candidato de UP invitó a su casa de Tigre a Tapia, Marcelo Tinelli, Jorge Amor Ameal y Nicolás Russo para diseñar el final de la Superliga, la estructura autónoma a la AFA que se había creado durante la presidencia de Mauricio Macri. Massa, en ese entonces presidente de la Cámara de Diputados, ayudó a amalgamar el interés de cada directivo para que todo el poder –y el dinero– del fútbol argentino volviera a la órbita de Viamonte 1366.
La foto de aquel encuentro la había publicado Pablo Toviggino, tesorero e histórica mano derecha de Tapia. Toviggino es el principal alter ego de Massa en lo referido al fútbol. Son amigos desde hace tiempo y esa relación se convirtió hace cinco años en una suerte de asesoría y guía en este mundo. Con Russo abocado a su candidatura a intendente en Lanús, la voz de Massa llega a la AFA a través de Toviggino, que en 2020 entró al gabinete de asesores de la Cámara de Diputados.
Es por Toviggino –y también por la estela de éxito que la Selección le traspasó a Tapia– que Massa empezó a subir al presidente de la AFA a su escenario. Con el aval de Tapia, que se sube sin marcar distancia, Massa lo expone como ejemplo de lo que podría pasar si él conduce los destinos del país. En abril, cuando presentó los avales para la organización del Mundial Sub 20, el Chiqui demostró además que tiene talento para la rosca.
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La relación entre ellos llegó al paroxismo el 8 de junio, en la Expo Escobar, cuando Massa sentó al Chiqui -con la Copa del Mundo- en el escenario y, señalándolo, dijo: “Los argentinos somos capaces. Como nos demostraron los amigos que fueron allá lejos a Qatar y que apretaron los dientes y cuando arreciaban las críticas, se la bancaron y salieron adelante. Nosotros también nos la bancamos y vamos a sacar adelante a la Argentina”. Tapia aplaudía y sonreía, a un costado.
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Massa, en una presentación como ministro de Economía, con Tapia y la Copa del Mundo.
Massa, jugador de toda la cancha
Massa es un experto en servirse del fútbol en tanto deporte-negocio-espectáculo como plataforma política. Fue una pericia que desplegó y extendió a muchos otros integrantes de su Frente Renovador. Acaso Russo sea uno de los mayores ejemplos: el expresidente del club Lanús (2009-2012, 2015-2018 y 2018-2021) lo acompaña casi desde el origen de su partido político y ahora pelea por la jefatura municipal de ese distrito.
Si bien hay muchos mitos y rumores sobre su adherencia infantil y juvenil a San Lorenzo y/o Chacarita, Massa empezó a construir poder en Tigre a través del club de la ciudad que lo adoptó cuando se casó con Malena Galmarini. "El Matador" estaba hundido en el Ascenso, pero de a poco creció en lo deportivo, en lo económico y en lo institucional, siempre bajo el paraguas de Massa. Ascendió y se consolidó en Primera Divisón casi en simultáneo con su carrera política: desde la ANSES o la Jefatura de Gabinete hasta estos días.
La muestra más cabal de la influencia de Massa en Tigre está en el centro de su camiseta: Banco Macro, la marca principal que auspicia al equipo ininterrumpidamente desde 2008. Ningún otro club de la Argentina pudo conservar el mismo patrocinio durante tanto tiempo. Eso, en parte, la institución se lo debe a él. La entidad financiera del fallecido Jorge Brito, uno de los mejores amigos que tenía en el Círculo Rojo nacional, llegó por una negociación que lideró el propio Massa. “Sin esa gestión, nunca se hubieran fijado en Tigre”, reconoce Ezequiel Melaraña, actual presidente del club y una de las personas que integran su entorno más cercano.
En el Macro –y por propiedad transitiva, ahora River– Massa siempre es bienvenido. El presidente del club millonario, Jorge Pablo Brito, uno de los hijos del íntimo amigo de Massa, heredó esa relación de amistad y confianza de su padre, el banquero más importante del país, fallecido en un accidente aéreo en noviembre de 2020.
Si en River Massa tiene injerencia por su llegada al Círculo Rojo, Independiente Rivadavia de Mendoza es otra comprobación: el regreso del empresario Daniel Vila (Grupo América y Edenor) a la presidencia de ese club mendocino trajo una campaña deportiva inmejorable –está puntero en su zona– y una inyección económica con el sello massista: desde principio de año, la Lepra sumó al Banco Macro como sponsor principal en su camiseta. Ese sello tuvo una foto que se corresponde con un encuentro privado entre Massa, Tapia y Vila en la que se habló de Independiente de Rivadavia y también de elecciones.
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Daniel Vila, su hijo Agustín, Chiqui Tapia y Sergio Massa, en la Vendimia Solidaria, a principios de marzo de 2023.
La herencia no está eximida de cortocircuitos o rispideces. El final de la Superliga que orquestó en ese encuentro en su casa de Tigre fue también el final de Brito como vice de esa estructura. A veces, Massa quiere algo que, directa o indirectamente, perjudica a “Jorgito”, como algunas veces lo llama. El tiempo y otros acuerdos después cierran heridas.
Massa también talla en el espinoso mundo de Boca. Con Juan Román Riquelme los unió el barrio y una relación que se construyó con los años y los asados familiares. Además, la madre de Malena y suegra del candidato del peronismo, Marcela Durrieu, es íntima amiga de la esposa de Ameal. Es probable que Ameal ya no esté a fin de año, algo que a Massa lo despreocupa: sabe bien que, por un camino o por otro, vendrán nuevas alianzas para que sus objetivos puedan cumplirse.