El exfuncionario de Bordet en Educación se incorporó al gobierno libertario en la misma área. El ex-Evita fue dos veces candidato por el PJ. Lluvia de críticas.
Martín Müller pasó del gobierno peronista de Gustavo Bordet a las filas de Javier Milei.
Martín Müller fue designado director ejecutivo del Instituto Nacional de Formación Docente, que depende de la Secretaría de Educación de la Nación, en el gobierno libertario de Javier Milei. Así, se convirtió en el primer garrochista político de Entre Ríos, pues venía de ser funcionario de alto rango de Gustavo Bordet y candidato del peronismo.
Durante la gobernación de Bordet, fue presidente del Consejo General de Educación (CGE), el organismo que conduce los destinos de esta área, y que aunque posee una organización administrativa específica tiene rango equiparable a un ministerio.
Quizás por ello, Bordet, hoy diputado nacional de Unión por la Patria (UP) fue más duro de lo habitual en sus declaraciones públicas. "Me sorprende. Ha dado un giro copernicano en su vida política”, fustigó y siguió: “No estoy para cuestionar o criticar, pero respeto a las personas que tienen coherencia en política y trayectoria. Cuesta generar confianza cuando se está de un lado y al otro día se está en otro. Eso no habla muy bien", dijo el exgobernador en declaraciones a Canal 9 de Paraná.
Müller tuvo participación política en distintas tribus del peronismo entrerriano. Primero, durante su etapa como estudiante en Rosario, frecuentó el Movimiento Evita. En Paraná siguió vinculado a esa corriente, de inserción barrial importante.
A la par de ello se relacionó con los Urris Boys, como denominaba la dirigencia clásica del peronismo a los jóvenes dirigentes que rodeaban a Mauro Urribarri, hijo del exgobernador Sergio Urribarri. En este contexto fue director departamental de Escuelas en Gualeguay, su ciudad.
De la dirección de escuelas, Bordet lo convoca y lo designa al frente del CGE. Ahí ensaya un perfil progresista, de defensa de la educación pública. Su discurso nunca desentonó. Por eso su incorporación a las Fuerzas del Cielo sorprendió a todo el espectro peronista.
En 2019 y en 2023 Müller fue candidato a intendente de su ciudad, Gualeguay. En ambas oportunidades ganó las PASO de su frente pero fue derrotado en las generales y se quedó sin el premio mayor.
Después de perder en 2019, Bordet lo cobijó en el CGE. Ya en 2023, cuando lo esperaba el desierto, llegó la oportunidad de incorporarse al gobierno que se ufana de usar motosierra y licuadora y descalifica y relega a la educación pública.
“Ni siquiera con Frigerio, se fue directo con Milei”, reflexionó un dirigente peronista que, dice ahora, siempre desconfió del gualeyo.
Además de Bordet, que fue muy duro, hubo otras expresiones de condena a la decisión del exhombre fuerte de la Educación entrerriana.
“No existe una explicación razonable para semejante cambio de postura. Actitudes como éstas profundizan la desconfianza que muchos argentinos y argentinas sienten hacia la dirigencia política, y por supuesto que defraudan a quienes confiaron en estos dirigentes”, castigó Laura Stratta, presidenta del bloque del PJ en Diputados y exvicegobernadora.
El dirigente del Evita Entre Ríos Emiliano Gómez Tutau,dijo que en “en el centro de esta conducta se expresa el miedo al fracaso de esa famosa idea de éxito político, que se resume en 'se quedó afuera'. La idea de todo 'político profesional' es la de tener un cargo para 'ser' alguien”, dijo en X el concejal oficialista de Paraná.
Desde el PJ de Gualeguay emitieron un comunicado donde adelantaron que pedirán la “pronta desafiliación de Müller por encontrarse hoy en la antípodas del pensamiento del Movimiento Peronista”. Además, hablaron de “una burla, en un momento de tanta fragilidad social y en donde las universidades públicas sufren un crudo ajuste en sus presupuestos, que las lleva casi al borde del cierre”.