A fuego lento, en el peronismo de Entre Ríos empiezan a aflorar conversaciones que, si se las reúne, hablan todas de lo mismo: cómo coincidir en la diferencia. No se repelen entre sí los enunciantes, se cuidan de no herir. Todos tienen un eje en común: la conducción, agotada o no, de Gustavo Bordet.
Por la importancia de su trayectoria – ocho años intendente, ocho años gobernador -, la figura del diputado es ineludible en la discusión justicialista local. Hay quienes lo exaltan sin condiciones, pero empiezan a aparecer los que desafían lo intocable de su nombre, a pesar de las encuestas que sugerentemente se dejan conocer.
Gustavo Bordet candidato: ¿sí o no?
Nadie sabe a ciencia cierta ni se atreve a arriesgar cómo será el panorama 2025. Los escenarios que analizan son los que todos conocen. Pero el factor Bordet tiene igual varias aristas: si es o no candidato, si juega o no en el armado, si define, si tiene o no poder de definir candidaturas.
Un histórico del peronismo concordiense que conversa regularmente con él confió a Letra P que el diputado cree que todavía puede ser “protagonista” en la mesa de toma de decisiones. “Eso no quiere decir que quiera o no ser candidato. Pero Gustavo entiende que todavía tiene mucho para dar, claramente no tanto como antes, pero su figura para nada está agotada, como quieren sugerir algunos”, confió.
Quienes sostienen la hipótesis del “agotamiento” echaron a correr la versión de que una eventual banca de Bordet en el Senado sería una banca “desperdiciada”. Entienden que, habiendo sido gobernador, utilizar una plataforma como el Congreso en una figura que no es emergente y que no tiene posibilidades de volver al territorio para gobernar, es un “desperdicio”. Ese sector del peronismo propone que ese lugar de exposición sea ocupado por potenciales futuros gobernadores o gobernadoras que el peronismo necesite foguear.
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El diputado nacional Gustavo Bordet se reunió esta semana con el titular del INECIP ante el inminente debate por el Juicio por Jurados que comienza en el Congreso de la Nación. Entre Ríos sumó los Juicios por Jurados durante su gobernación.
La voluntad del candidato del peronismo
Bordet deslizó hace algunos días que no está entre sus prioridades ninguna futura candidatura. Lo dijo en el marco de una consulta periodística sobre denuncias en su contra que se radicaron en la justicia local. Las denuncias fueron una por enriquecimiento ilícito y otra por presunta utilización de información privilegiada en la venta de un terreno cuando era intendente de Concordia.
Ante la pregunta de si atribuía las denuncias al incipiente escenario electoral, Bordet sostuvo: “Dos más dos es cuatro. Un año electoral en el que no tengo interés de ser candidato a nada. Fui el gobernador de la provincia, habiendo nacido y vivido acá. Es el honor más alto”.
Esa misma semana se conoció una encuesta de la consultora Ejes que mostró que el exgobernador conserva aún su alta imagen positiva, inclusive por encima de Rogelio Frigerio en la capital provincial, a quien supera por dos puntos en imagen positiva (Bordet 49%, Frigerio 47%).
En el peronismo reciben con buenos ojos toda constatación de vida de su gestión, aunque algunos matizan las mediciones y reconocen que podrían diluirse en el largo tiempo que resta hasta llegar al año que viene. No desestiman además los movimientos del gobernador para desarticular focos opositores en toda la provincia. Lo reconocen como una buena jugada.
Las vertientes que ¿confluirán? en el peronismo de Entre Ríos
Avisado de las nuevas exigencias internas, y quizás acusando recibo de la autocrítica demandada, Bordet también dejó un mensaje para las voces que, como viene contando Letra P, están pidiendo una silla en la mesa.
Cuando sugirió que podría no ser candidato, enlistó nombres que tendrían su visto bueno para el año que viene. Entre ellos, habló de la intendenta de Paraná, Rosario Romero, que juega en tándem con José Eduardo Lauritto, intendente de Concepción del Uruguay. Ellos dos son los custodios del peronismo en la gestión: ambos ganaron en sus ciudades y gobiernan con Juntos en los mandos provinciales. Habló también de Adán Bahl, “que hizo una buena gestión”. Y posicionó a “gente joven”, como Gustavo Bastián o a “emergentes” como Guillermo Michel. También mencionó a Laura Stratta, diputada provincial y ex vicegobernadora y a Adrián Fuertes, intendente de Villaguay. “Hay una camada que viene con ideas nuevas (…)”, habilitó.
“Con la foto de hoy, no hay claridad en el criterio”, resumió un exfuncionario cuando Letra P consultó por el mapa de la reorganización. La incógnita es cómo confluirían las vertientes que todo ese grupo conforma. Y los que Bordet no nombró, como el diputado provincial Enrique Cresto. En términos de jugadas, hasta ahora se pueden observar al menos tres grupos que buscan ser parte: Romero y Lauritto, por un lado; Bordet, Michel y un grupo de exfuncionarios por el otro; y los jóvenes intendentes bajo la figura de Bastián. Estos últimos pivotean y son transversales a las estructuras del PJ (bordetistas, crestistas, romeristas, etc). Juegan un juego propio que esperan sea atendido a tiempo.