Son dos cargos nacionales que Javier Milei tiene pendientes en Entre Ríos. Negoció la designación con Edgardo Kueider. Una dirigente PRO asume en Diputados.
Rogelio Frigerio y Pedro Galimberti, en tiempos de campaña electoral en Entre Ríos, el año pasado.
El acuerdo que Edgardo Kueider hizo a cambio de su voto favorable a la ley ómnibus empieza a tener consecuencias. Letra P confirmó que los nombres de Juan Carlos Chagas y Pedro Galimberti son los que Rogelio Frigerio propuso a Javier Milei para completar la Delegación Argentina de Salto Grande, que opera la represa ubicada al norte de Entre Ríos.
La jugada fue win- win para el gobernador. Por un lado, sumó puntos con Milei ya que los tres senadores entrerrianos votaron a favor de la ley y consiguió al mismo tiempo correr del Congreso un voto rebelde. Galimberti es un radical díscolo que no aceptó la alianza con Frigerio y lo enfrentó el año pasado en la interna de Juntos. Con su salida como diputado, ingresa al bloque un voto PRO puro: su reemplazante es Nancy Ballejos, una joven abogada que vive en Concordia.
La represa de Salto Grande es una empresa pública binacional que Argentina comparte con Uruguay. Como contó Letra P, el gobernador se aseguró de que en el mando estuviera un hombre de su confianza. Allí puso, como primer nombramiento, a su cuñado Alejandro Daneri, un diplomático de carrera que le garantiza fidelidad.
Pero la Delegación Argentina de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande (CTM) se compone además de otras dos delegaciones que hasta ahora estaban todavía ocupadas por los nombramientos del gobierno peronista de Alberto Fernández. Los tres tienen voz y voto con el mismo poder, pero el front man político suele ser quien la preside.
Este medio confirmó que el gobernador ya envió los nombres de Chagas y Galimberti y el pliego está en pleno curso administrativo pendiente de la firma de Cancillería y el área de Energía, los dos organismos intervinientes del Poder Ejecutivo nacional.
Manejar políticamente la conducción de la represa de Salto Grande le asegura al gobernador injerencia sobre una caja de miles de millones de pesos mensuales que el gobierno nacional envía para gastos operativos. Además, de allí salen regalías para la provincia y excedentes que deberían ir a obra pública en la región. Por ahora, esos pagos no están llegando y Frigerio judicializó ambas deudas.
Chagas es el hombre que Kueider le propuso a Frigerio para completar la delegación. El gobernador aceptó de inmediato. La negociación data de los tiempos de la ley ómnibus y el voto favorable del senador. Chagas es un histórico del peronismo, espacio al que se acercó a través del exgobernador Jorge Pedro Busti. A este último lo conoció a través de Eduardo Duhalde, cuando hace muchos años orbitaba la política bonaerense.
Estudió Comunicación Social en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y por su trabajo de años en la sección Política del histórico El Día y de El Cronista, se acercó al mundo de la política. En el ambiente de la rosca local, es considerado un intelectual por su formación y es uno de los pocos que puede ostentar experiencia en el área de Energía. Ya fue presidente de la Delegación Argentina de CTM bajo la presidencia de Néstor Kirchner -a donde llegó de la mano de Busti- y también comandó ENERSA, la distribuidora energética de la provincia. Por su actividad privada, siguió siempre en contacto con la política. Ahora regresa a la provincia (reside en Buenos Aires) para repetir funciones en Salto Grande.
El desembarco de Chagas a instancias de Kueider sella el pacto de Frigerio con un sector del peronismo que decidió sumarse al frente amplio que el gobernador construye en Entre Ríos.
Galimberti es la segunda opción que Frigerio tenía para CTM. Su nombre, no obstante, está en sintonía con el espíritu que ya había mostrado el gobernador en su primera elección: darle a la UCR un lugar codiciado por la política local. Pero no es solo el acceso a la caja y la territorialidad (Salto Grande es fuerte en la costa del Uruguay), sino también el movimiento de fichas en el Congreso lo que beneficia al titular de Casa Gris.
La salida del diputado habilita el ingreso al bloque de Juntos de un voto PRO puro. La reemplazante es Nancy Ballejos, quien fue en cuarto lugar en la lista de diputados en 2021, cuando Galimberti y Frigerio entraron al Congreso.
Ballejos es una joven abogada y militante PRO, oriunda de Chajarí al igual que Galimberti, pero con residencia en Concordia. La lealtad de Ballejos a Frigerio es incuestionable porque tiene una relación de larga data con él. Ya ocupó un cargo bajo su órbita en el Ministerio del Interior de la Nación cuando, meses antes del fin del gobierno de Mauricio Macri, fue designada coordinadora del Centro de Frontera Mesopotamia Sur, en noviembre de 2019. Ocupó ese cargo hasta marzo de 2020. Su debut en la política fue de la mano del exdiputado Joaquín De Lamadrid, de quien fue secretaria en su estudio jurídico.