ELECCIONES 2023 | CÓRDOBA

El PJ retuvo Colonia Caroya y Martín Llaryora mostró la nueva fase de su plan político

Paola Nanini se impuso por casi tres puntos a un JxC fragmentado. Con el mapa dividido, el gobernador electo pondrá el foco en el municipalismo. Promesa de ayuda "con las dos manos".

El gobernador electo de Hacemos Unidos por Córdoba, Martín Llaryora, participó del festejo oficialista en la única ciudad de Córdoba que eligió a sus autoridades municipales este domingo. En Colonia Caroya, ubicada en el estratégico departamento Colón, el intendente llaryorista Gustavo Brandán calzó su sucesión con el triunfo de Paola Nanini.

El margen fue tan ajustado como el de la pelea por la banca departamental el domingo 25 de junio. Brandán logró su pase a la Legislatura por un margen de siete votos, mientras que la funcionaria provincial ocupará el despacho principal de la Municipalidad gracias a una ventaja del 2,7%.

La división de la oposición fue clave para asegurar la continuidad peronista. En segundo lugar, quedó el candidato de Juntos por el Cambio, Matías Peralta Cruz, que consiguió el 31,83%. Tercero en la tabla se ubicó Matías Roldán, del Partido Demócrata Cristiano, con el 23,73%; seguido por Nelson Panontini, del Frente Cívico de Luis Juez, que sumó el 6,90%. En tanto, Oscar Mario Terreno, del Partido Solidario, logró el 3,06%. Sobre un padrón de 19000 personas habilitadas para sufragar, la participación se situó en el 67,05%.

Pese a que la aprobación de la gestión se ubicaba fuera de la zona de riesgo a la que ingresan las referencias que no superan los 45 puntos, JxC es fuerte en Colón con el control de ciudades populosas como Jesús María y Villa Allende. Llaryora dedicó antes y durante su campaña un gran esfuerzo a fidelizar el voto con el trabajo peronista territorial clásico y a través de una red de gestión mancomunada con responsables de las municipalidades del Gran Córdoba. Fue a través del Ente Metropolitano, presidido por la gobernadora electa Myrian Prunotto, que el experimento transversal comenzó a tomar forma.

Cierto es que su efectividad no fue total porque el triunfo provincial llegó de la mano de la capital y San Francisco, ciudades que Llaryora gobernó. El oficialismo respiró con alivio este triunfo ajustado de Nanini, que permitió al fundador del “Partido Cordobés” apostarse en un escenario de triunfo, el primero, después del frustrado festejo de la ronda provincial.

Desde allí, deslizó la nueva fase de construcción poselectoral. El desempeño electoral de HUxC hizo agua en varios puntos del interior, donde históricamente emanó la fortaleza electoral de José Manuel de la Sota y el gobernador Juan Schiaretti. El oficialismo cayó ante JxC en Marcos Juárez, General San Martín, Unión, Juárez Celman, Río Segundo, Tercero Arriba, Cruz del Eje, entre otros. No alcanzó la transversalidad, tampoco el esfuerzo de dirigentes de trayectoria y ascendencia en esos terruños.

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Por ende, Llaryora deberá amasar una nueva relación con las referencias municipales propias y ajenas; tendrá que caminar con una oposición fortalecida en bastiones electorales clave y en la Legislatura; deberá apuntalar a los suyos, ganadores y heridos por igual. “Felicitaciones Paola Nanini, flamante intendenta electa de Colonia Caroya! Extiendo mi saludo a los demás candidatos y a los vecinos de esta pujante localidad que vivieron un domingo de elecciones y compromiso cívico. Con Paola trabajaremos juntos por el progreso de la región”, abrió la referencia geográfica.

A dos manos

En Colonia Caroya prometió a Nanini ayudarla “con las dos manos” en un mensaje que marca una continuidad con el lanzamiento de Daniel Passerini, su delfín en la Capital que se medirá en las urnas con un robusto radical, Rodrigo de Loredo.

A su vice le dijo el jueves lo mismo que a la ganadora de Colonia Caroya. Llaryora anticipa un giro hacia el municipalismo. obligado por la diversidad del mapa político que resultaron de las compulsas locales y la general de estos últimos meses. Sin embargo, pone sobre relieve que si son del mismo palo será mejor. Es probable que es tópico se modere una vez que pase la compulsa capitalina del 23 de julio y Llaryora apueste a un federalismo hacia adentro.

Queda claro que su proyecto de partido cordobés no quedó en el resultado electoral del domingo 25 de junio. Se extenderá porque Llaryora necesitará revincularse con intendentes peronistas y con los de la oposición para lograr una gestión provincial integral; pero sobre todo para mantener la vigencia de un equilibrio con el intendentismo que el cordobesismo sacó partido.

Schiaretti logró instalar este federalismo provincial que correspondieron referencias del oficialismo, pero también de otras expresiones políticas. Logró mantener con bajo perfil las protestas recurrentes por problemas de caja o ausencia de obras y recursos. La última administración del presidenciable termina con una colección de fotos de gestores disfrutando “de la llegada del progreso” y la canalización de los reproches en la privada Mesa Provincia-Municipios.

Restan 35 localidades con procesos electorales pendientes. La Capital es la gran batalla de Llaryora a la que seguirá la consolidación de los lazos con el interior. Empezará por casa, como quedó demostrado en Colonia Caroya.

En agosto, las incursiones por el interior se harán más frecuentes. “Comienza la etapa de construcción del nuevo gobierno”, colocan la zanahoria alfiles del gobernador electo.

Martín Llaryora durante el lanzamiento de la campaña de Daniel Passerini. 
cordoba: llaryora festejo con delay en el acto de lanzamiento de passerini

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