Es la economía

Sergio Massa apuesta a un plan CongelAR para contener la inflación hasta las PASO

La Secretaría de Comercio Interior negocia mantener el valor de bienes durables hasta el 15 de agosto. Junto a Precios Justos, el ministro y precandidato busca un ancla para el IPC.

Uno de los grandes desafíos hasta las elecciones primarias de la doble personalidad de Sergio Massa, como ministro y precandidato, será mantener a raya la inflación. Luego de que el descenso del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de mayo le permitiera al titular de Economía anotarse como aspirante presidencial con una relativa buena noticia, su entorno apuesta que julio ratificará un sendero a la baja, aunque sea paulatino. Para asegurarse llegar a las PASO con aire, su equipo activó un plan CongelAR para sostener los precios de bienes durables hasta el 15 de agosto, 48 horas después de las elecciones, con una renegociación en el medio con las alimenticias.

Hace días la Secretaría de Comercio Interior viene negociando con empresas fabricantes y comercializadoras de bienes durables para sostener a los valores del 31 mayo de sus productos hasta dos días después de los comicios primarios del 13 de agosto. La regla general es que quienes aumentaron en junio deberán retrotraer sus precios. En las últimas dos semanas, compañías de celulares, indumentaria, electrodomésticos, calzado y motos firmaron el acuerdo que se enmarca en el programa Precios Justos.

Se trata de un pacto voluntario. Según el área que dirige Matías Tombolini, el plan se activó ya que “muchos sectores estaban incumpliendo el acuerdo de precios”, indicaron fuentes oficiales a Letra P y agregaron que en términos de abastecimiento, “la mayoría había incrementado sus importaciones en un promedio del 20 por ciento”. Como contó este medio, uno de los beneficios con el que el Gobierno atrajo a las empresas al programa meses atrás es el de acortar los plazos de acceso al mercado cambiario oficial para adquirir dólares para importar.

Ahora, las empresas que se sentaron últimamente a negociar, cuestionan que el propio titular de Comercio Interior pusiera la zanahoria sobre la mesa mientras agitaba el garrote con la posibilidad de que no se aprueben las SIRAs, el mecanismo de habilitación de importaciones, si los representantes no aceptaban congelar hasta agosto. “Nos pidió que acompañemos”, indicaron en una de las firmas.

Cerca de Tombolini, retrucaron: “No es correcto hablar de no autorizar. Es voluntario, quienes no entran, no reciben el beneficio”. Hasta el momento, suscribieron unas 80 marcas de indumentaria; cinco compañías de electrodomésticos y línea blanca; y seis comercializadoras; más 14 fabricantes de celulares; 21 casas de calzado; 13 de motos; cuatro de bicicletas; y nueve deportivas. El nuevo pacto coincide con el relanzamiento del programa de cuotas Ahora 12, que incorporó como condición que los o las participantes deberán estar incluidos en el entendimiento con el Gobierno.

Desde noviembre de 2022 el jefe de Hacienda utilizó el acuerdo de Precios Justos para intentar que los productos de consumo masivo sean el ancla en la escalera de los precios. El mayor impacto lo tuvo en su mes de lanzamiento, cuando el rubro pasó del 6,2% de octubre a 3,5% y el IPC se desaceleró del 6,3% a 4,9%. En ese entonces el propio secretario de Comercio Interior aseguraba que el plan era "parte de la hoja de ruta para llegar al 3% de inflación mensual en diciembre del año próximo”. Con el correr de los meses y una aceleración inflacionaria que tuvo su pico en el 8,4% de abril 2023, el programa se renovó, se amplió y tuvo negociaciones anticipadas al plazo de finalización original. Los nuevos períodos de vigencia fueron cada vez más cortos: de 120 días originales a 60.

Durante ese mismo período, Massa probó contener a la inflación con otras herramientas. Una, sin éxito, es el dólar oficial, con el Banco Central que continúa con su estrategia de microdevaluaciones diarias. Al contrario del pedido del Fondo Monetario Internacional (FMI), que alienta a una devaluación más rápida, desde enero la divisa se mueve por debajo del nivel general, aunque con el salto en el índice que mide el Indec, el llamado crawling peg pasó del 5,5% con el que arrancó en enero a un 7,5% en mayo. En junio, con expectativas de inflación más bajas, el ritmo decayó al 6,5%.

La otra estrategia massista, con más resultados, es la utilización de la mesa de dinero para atar a los dólares financieros por su incidencia en el dólar blue y su traslado a precios. En ese mercado tanto el MEP como el Contado Con Liquidación (CCL) se movieron poco y la moneda ilegal cayó del máximo de $497 a $483. Este martes volvió a la zona de $495.

Hacia agosto y por ahora, el contenedor será el congelamiento y el próximo paso será renegociar con las empresas de consumo masivo, que tienen afirmado una línea de aumentos hasta el 31 de julio. El esquema actual que se puso en marcha en mayo contempla un sendero de incrementos del 3,8% mensual para el caso de la canasta de los 2.000 productos que estaban congelados desde febrero y de un 3,2% para otros 25.000 artículos, con la posibilidad de volver a aumentar un 1,2% más a los 20 días.

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