GUERRA EN LOS YERBALES

Misiones: quién es el empresario que exporta yerba a Siria, paga cash y destraba un conflicto sectorial

El sirio Omar Kassab lidera las ventas al mundo árabe. La pelea con su exsocio Kabour. Apoyó la desregulación y, plata en mano, logró levantar una huelga.

Omar Kassab recuerda que conocido el mate cuanto tenía cuatro años. Vivía en Yabrud, su ciudad natal, a 80 kilómetros de Damasco. Su tío había llevado yerba desde Argentina. Pasaron 54 años de aquel momento y el magnate lo evoca desde Misiones, donde se convirtió en uno de los exportadores principales del producto a Siria.

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Desde Misiones, el sirio Omar Kassab (centro) gana mercados en el mundo árabe

Desde Misiones, el sirio Omar Kassab (centro) gana mercados en el mundo árabe

Fue socio del Grupo Kabour, junto al que lideran la exportación de yerba mate a Siria. Kassar y los Kabour son primos y fueron socios, pero ahora están peleados.

Los sirios cambiaron el mercado

Al comienzo del siglo, los sirios Kabour y Kse instalaron en Misiones como socios para enviar yerba mate a su país, se consolidaron como un poderoso grupo exportador y transformaron el funcionamiento del sector yerbatero de Misiones y Corrientes. Comenzaron a pagar en efectivo y al momento en que el productor entrega la ponchada de hoja verde en el secadero.

"Cuando vinieron los sirios, Omar Kassab era el representante del Grupo Kabour. Cambió la historia en Andresito, en ese tiempo los secaderos, empresas como La Cachuera o Las Marías, te recibían la cosecha y te daban un vale para cambiar por mercadería en negocios de Brasil. A mi papá, por 1.000 kilos de hoja verde, le entregaban un vale por un kilo de carne, un kilo de arroz y unos caramelos para nosotros. O, con suerte, te daban un cheque a 300 días", detalló a Letra P un productor que tiene una chacra en la localidad de Comandante Andresito y le vende a Kassab.

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Protesta por el precio de la hoja de yerba en Misiones

Protesta por el precio de la hoja de yerba en Misiones

El productor recordó, además, que en la década del 90, en los yerbales, los colonos recibían las boletas de agua y luz, se la llevaban a los empresarios y ellos la saldaban como parte de pago.

"Los sirios cambiaron la historia. Antes los colonos no veían su plata, tenían que ir con los vales a Brasil a comprar todo lo que necesitaban. Así funcionaba el mercado desregulado del gobierno de (Domingo) Cavallo y Carlos Menem, que es parecido a lo que quieren ahora (Federico) Sturzenegger y (Toto), que le están devolviendo favores a los grandes empresarios", le aseguró a este portal Julio Petterson, subsecretario de Asuntos Yerbateros de la provincia de Misiones.

En relación con el último conflicto que derivó en tractorazos y cortes de ruta, el funcionario misionero afirmó que "mientras todos ofrecían $ 180 por el kilo de hoja verde, Kassab les habló a los productores y les ofreció $ 305 y ahora está el compromiso de aumentar un poco más".

“Los productores estaban en las rutas y reclamaban un precio imposible de pagar. Querían cobrar $ 350 por kilo de hoja verde y las empresas ofrecían $ 270 como máximo. Tomamos un camino intermedio y pusimos $ 300 y arrancó la cosecha”, contó a Letra P Kassab. En rigor, los colonos comenzaron pidiendo $ 450.

El pionero conoció el mate en Siria

Kassab es primo de los hermanos Kabour y fue su representante en Argentina, mucho antes de la pelea. “El que planeó y ejecutó el proyecto desde cero fui yo”, afirmó el empresario.

“El primer container que mandamos tardó un año en llegar a Siria”, detalló. Su socio en Siria fue la familia Kabour, que fraccionó a mano las bolsas de 50 kg. Les convenía mandar la yerba a granel porque el gobierno sirio les cobraba menos impuestos que si las importaban en paquetes de un kilo, un plus por el agregado de valor.

Este esquema los posicionó como los exportadores más importantes para el mundo árabe. Siria, con más del 70%, es el destino principal de la yerba mate y Kabour es el líder. Kassab, en tanto, abrió el mercado de Turquía, donde se refugiaron los sirios que huyeron de la guerra civil.

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Yerba mate de Misiones llega a Siria

Yerba mate de Misiones llega a Siria

Así los sirios se sientan a la mesa de quienes manejan el negocio yerbatero nacional: Las Marías de la familia Navajas Artaza que produce Taragüí, Unión, Mañanita y La Merced; Cachuera de la familia Szychowski, con Amanda; y la cooperativa Liebig de yerba Playadito.

Guerra civil y división de la sociedad

La sociedad siria misionera se rompió. “En 2014 me abrí del grupo Kabour, me enojé, hubo problemas y comencé de cero. Ahora tengo mi planta totalmente integrada, molino, depósito, secadero”, afirmó Kassab.

Los primos están totalmente distanciados. Hubo un desencuentro profundo por la administración de los negocios compartidos y el cumplimiento de las cláusulas contractuales, por lo que se hicieron juicios cruzados.

Kassab asegura también que el distanciamiento tuvo que ver con los posicionamientos de ambos sobre la guerra civil que desató el régimen del expresidente sirio Bashar al Assad, que tras 23 años en el poder fue expulsado del gobierno en diciembre de 2024.

Letra P se comunicó con el Grupo Kabour, pero declinaron dar información sobre la empresa.

En 2014, Kassab comenzó su propia empresa yerbatera. Tiene 100 empleados en Hoja Verde y fabrica sus yerbas Secadero, Don Omar y Salam, una yerba despalada con la que busca insertarse en el mundo del fútbol, incluso se incorporó como esponsor de Vélez, el último campeón del fútbol argentino. El mercado de las yerbas sin palo está liderado por marcas uruguayas y brasileñas.

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Kassab también exporta al Líbano, Turquía y Europa. Como un efecto colateral positivo, los refugiados sirios de la guerra civil -cuatro millones de personas- expandieron la costumbre del mate en otros países de la región.

En Misiones, como un argentino más

Kassab, quien viaja a Siria regularmente y recorre las ferias internacionales de alimentos en busca de nuevos mercados, asegura que se siente “misionero y argentino”.

Consultado sobre qué cosas tuvo que vivir como empresario en el país, respondió: “Estaría un día para contestar, pero soy un agradecido de Argentina y de la provincia, el resto son tormentas que vienen y se van”.

"Hay problemas en el sector, nos preocupamos por la cantidad, pero debemos mejorarla. Ahí está la diferencia, en cada ponchada de hoja verde que nos venden. De 60 kilos sirve la mitad", graficó.

"En el corte de planta, la cuadrilla mete palos y esto después hay que filtrarlo. Hay muchísimos puntos para mejorar y los empresarios vamos a meter mano, pero no quiero hablar de esto", cerró.

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