Edesur y Edenor medirán el consumo energético mensualmente
A pedido de las empresas y junto con un nuevo ajuste tarifario que implicará un incremento promedio del 3,6%, el gobierno de Javier Milei habilitó a Edesur y Edenor a modificar la lectura de los medidores de la clientela residencial, que hasta ahora se realizaba de manera bimestral, para pasar a un esquema mensual.
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Hasta el momento, las distribuidoras eléctricas del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) medían los consumos cada 60 días y luego dividían el monto total en dos facturas mensuales iguales. Pero, a través de la resolución 730/25, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) aprobó una nueva metodología que dispone la lectura de los medidores y la facturación de los consumos cada 30 días.
La justificación de Javier Milei
Al justificar el cambio en la periodicidad, la gestión libertaria retomó buena parte de los argumentos que las empresas habían presentado para solicitar la medida. Entre ellos:
La lectura mensual “permite a los usuarios contar con una señal más clara, transparente y oportuna de su consumo, ya que el período facturado coincidirá más estrechamente con el de uso efectivo de la energía”.
“La alineación entre el consumo real y la señal económica percibida facilitará la comprensión de las facturas y la identificación de los hábitos de consumo”, lo que posibilitaría “un mayor control y autogestión”.
“La reducción del tiempo entre la lectura y la recepción de la factura permitirá adoptar medidas de ahorro o uso racional en forma oportuna, contribuyendo a la eficiencia energética”.
“Las facturas mensuales otorgarán una mejor planificación financiera, ya que reflejarán el consumo real del período de pago.”
Según la presentación de Edesur -controlada por el grupo italiano Enel-, la lectura mensual también permitirá corregir el “desfase temporal y la descompensación del flujo de recaudación” que enfrenta la compañía frente al cronograma de pagos de energía a Cammesa, la administradora del mercado mayorista eléctrico.
Advertencia del ENRE
El ENRE advirtió que el proceso de migración al nuevo sistema implicará un período de transición, durante el cual podrían producirse “ajustes o superposiciones en la facturación”.
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Para proteger a los usuarios, estableció una serie de condiciones que deberán cumplir las distribuidoras:
Los saldos o ajustes generados por el cambio deberán ofrecerse en planes de pago “sin anticipos ni intereses”.
Los montos de ajuste se dividirán, como mínimo, en dos Liquidaciones de Servicio Público (LSP), que deberán identificarse claramente en la factura bajo la leyenda “ajuste migración mensual”.
Las empresas deberán abstenerse de ejecutar acciones contra los morosos o efectuar cortes de suministro vinculados a las LSP derivadas de este proceso.
Deberán implementar un “plan de comunicación adecuado”, con información “clara y comprensible” sobre los alcances de la nueva metodología.
Pedidos rechazados
En la parte resolutiva de la medida, el organismo rechazó dos pedidos clave de las distribuidoras: no autorizó el traslado a tarifas de los mayores costos operativos asociados al nuevo sistema, ni aceptó eximirlas de las multas por facturaciones estimadas.
Finalmente, el ENRE dispuso que Edesur y Edenor deberán iniciar las acciones necesarias para implementar la nueva metodología dentro de un plazo de 30 días corridos. Durante ese lapso se mantendrá un período de transición, en el que coexistirán el esquema anterior y el mensual.