UN AÑO DE MILEI

El hachazo de Javier Milei a los ingresos: quiénes aguantaron y quiénes no

Un informe de Fundar da cuenta del impacto en estatales, el sector privado y las jubilaciones. La AUH aumentó. Las paritarias, una pared de contención mínima.

En el primer año de la gestión de Javier Milei, el poder adquisitivo registró la mayor caída de los últimos 30 años para los salarios promedio. Más brusca fue la situación de los ingresos que dependen del Estado, que recibieron el impacto no sólo del ajuste sino del desmantelamiento de herramientas de protección contra la inflación.

Así se desprende de un informe preliminar de Fundar al que accedió Letra P y que hizo una radiografía de los ingresos populares bajo la administración libertaria.

La conclusión principal es que el deterioro de la capacidad de compra es generalizada y heterogénea en el marco de un programa que tuvo como objetivo atacar la suba de precios sin mayores compensaciones.

"El cambio de contexto macroeconómico y político derivó en un shock importante en los ingresos. Los grupos más perjudicados fueron los más expuestos a la inflación, al nivel de actividad económica, los dependientes del gasto público y quienes vieron desarticulados sus paraguas institucionales de ingreso", detalla el trabajo de los investigadores Sebastián Etcemendy, Federico Pastrana y Joan Manuel Vezzato.

"Quienes tuvieron herramientas institucionales (como las paritarias privadas), aunque registrando caídas importantes, pudieron defenderse mejor", puntualiza.

Quienes aguantaron, igual perdieron

Los asalariados con paritarias son el grupo que más se sostuvo, aunque con heterogeneidades. Antes del salto cambiario del 118% en de diciembre de 2023, el sueldo promedio del sector privado registrado se encontraba en su nivel más bajo de los últimos 14 años.

El vuelco a una política de enfriamiento de la economía para moderar los precios, provocó la caída del salario real más abrupta desde la década del 90: 11,4% en sólo un mes.

Desde ese piso, los salarios lograron recuperar parte de lo perdido. "Se debió, probablemente, al pago de sumar negociadas en los primeros meses del shock devaluatorio. Esto marcaría que la recuperación de los salarios reales del sector privado registrado se dio por la respuesta rápida de las negociaciones paritarias y, luego del shock, por el progresivo descenso de la inflación mensual", evalúa el estudio.

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Pese al proceso de recomposición, en el promedio punta a punta, de diciembre a septiembre, el sector igual sufrió una merma del 3% por debajo de noviembre del año pasado.

La heterogeneidad hacia adentro del sector privado también fue elevada. Si bien todos los sectores cayeron durante el período de análisis, algunos lograron prácticamente empatar el poder adquisitivo. Tal es el caso de bancarios (-0,3%), alimentación (-2%) y comercio (-2%).

De los 16 convenios más relevantes, 12 tuvieron caídas promedio mayores al 5%, encabezados por el transporte urbano (-21%), gastronómicos (-19%) y encargados de edificios (-18%).

Estatales y jubilaciones

En el caso de los salarios públicos el impacto es directamente proporcional al ajuste, los despidos y "la negociación salarial que no se ajustó a la nueva nominalidad de inflación".

Entre noviembre y enero el hachazo fue del 22,1%, con una recuperación mucho más lenta y "débil" en el resto del año. El sueldo de quienes ejercen la docencia universitaria sufrió un recorte aún mayor que el promedio.

"La caída del poder adquisitivo entre noviembre y enero para este segmento de trabajadores fue del 30,3% y, si bien tuvo una leve recuperación posterior, fue tan débil como en el promedio del sector público (21,9%)", detalló el relevamiento de los economistas.

Junto con jubilaciones y programas sociales, los ingresos de los estatales explicaron el 50% del ajuste al gasto fiscal que realizó la administración de Milei.

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La plata de los jubilados

Los haberes jubilatorios perdieron, aunque con diferencias según el monto. El cambio en la fórmula de movilidad a la actual, que sigue la inflación con rezago de dos meses, permitió una rápida recuperación del poder adquisitivo para las jubilaciones mínimas.

"Pero, el congelamiento del bono impidió que esa recuperación llegue a los niveles previos al salto devaluatorio", plantea Fundar.

En promedio la caída de la jubilación mínima entre diciembre y septiembre fue del 16,1%, comparado con el mismo período del año anterior.

El resto, regidas únicamente por la fórmula, tuvieron un desempeño positivo más acelerado que les permitió llegar a septiembre con un salto del 10,4% del poder adquisitivo en relación a noviembre. En comparación al promedio del período, la caída es más pronunciada: 24,5%.

"El proceso de deterioro en este segmento comenzó antes en el marco de la aceleración inflacionaria y el rezago en la actualización antes mencionado", sostiene.

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AUH, Potenciar Trabajo, Tarjeta Alimentar

La Asignación Universal por Hijo (AUH) es la única política de transferencia de ingresos que el Gobierno aumentó en términos reales. En septiembre se encontraba un 94,9% por encima del nivel de noviembre y un 27,4% por encima del mismo período del año anterior.

El análisis de Fundar puntualiza que, al cobrarse junto con la Tarjeta Alimentar, cuyo poder adquisitivo mermó fuerte, se confirma un descenso.

El monto de esta política cayó en enero 2024 a valores reales un 23,8% y hasta el noveno mes del año el acumulado fue del 16%. Mientras que por un lado se aumentó la AUH, por el otro se recortó la asistencia alimentaria.

"Es importante señalar que ambas políticas consideradas en su conjunto no llegaron a cubrir la línea de indigencia de un adulto equivalente (Migliore y Poy, 2024), por lo que su relevancia debe ser analizada también junto con el resto de los programas enfocados en este sector", advierte Fundar.

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