Al declarar Patrimonio de la Humanidad al Museo de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), la Unesco le dio una primera capa de protección diplomática al sitio de memoria frente a las políticas negacionista del terrorismo de Estado que, según se desprende sus declaraciones, pretende imponer la dupla Javier Milei y Victoria Villarruel de llegar a la Casa Rosada. La decisión proporciona un grado de resguardo universal clave, aunque sin apoyo en leyes locales, ante los planes que la candidata a la vicepresidencia de La Libertad Avanza tiene para ese campo de concentración donde se perpetraron violaciones sistemáticas a los derechos humanos durante la última dictadura militar.
La Secretaría de Derechos Humanos y la dirección del Museo consideran que la decisión de la Unesco funciona como "escudo" frente a la avanzada negacionista libertaria y al proyecto de Villarruel de devolver ese espacio a la familia que originalmente cedió el predio a la Armada. “No lo van a poder tocar. No hay lugar para retrocesos. No lo decimos nosotros, lo dice el mundo”, dijo a Letra P el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, al sopesar la significación de esa decisión sobre el museo que desde hace ocho años funciona en el Casino de Oficiales de la ESMA.
“El Museo Sitio de Memoria ESMA queda bajo el resguardo universal. Ya no es solo de Argentina, sino que es del mundo, así que quien quiera llevar adelante algún cierre, algún retroceso en las políticas que recuperaron un predio como el de la ESMA para su reconversión en Espacio de Memoria, que decidieron convertir el lugar que albergó el horror más profundo en un dispositivo que luche permanentemente contra el olvido de esos hechos, no lo va a poder hacer”, puntualizó el funcionario.
Al ser consultado por Letra P si Villarruel podría modificar el estatus actual de ese sitio de la memoria o incluso cerrarlo, María Marcela “Mayki” Gorosito, directora de la institución, respondió: “El hecho de que sea un bien del Patrimonio mundial hace que se corran menos riesgos a nivel doméstico de que algún sector quiera transformar al Museo Sitio en otra cosa, debido al compromiso que se asume en un organismo internacional”.
Sanciones y antecedentes
Por definición, los bienes que son considerados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO están protegidos por acuerdos internacionales, como la Convención para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural, que estipula que los Estados tienen la “obligación de identificar, proteger, conservar, rehabilitar y transmitir a las generaciones futuras” esta clase de bienes situados dentro de sus fronteras. En este sentido, evalúa que urge dedicar “hasta el máximo de los recursos de que disponga y llegado el caso, mediante la asistencia y la cooperación internacionales”.
En 2003, la Unesco emitió una declaración recordando que el Estado que, “intencionadamente destruya” esta clase de bienes “o se abstenga de adoptar las medidas oportunas para prohibir, prevenir, hacer cesar y castigar cualquier acto de destrucción intencional” de ese patrimonio humanitario, “asumirá la responsabilidad de esos actos en la medida en que lo disponga el derecho internacional”.
En Argentina no hay leyes que penalicen la destrucción de un bien protegido por la Unesco; pero sí hay antecedentes fronteras afuera. En 2016, la Corte Penal Internacional condenó a nueve años de cárcel al yihadista Achmad al Mahdi al Faqi por haber demolido bienes resguardados por el patrimonio mundial en Tombuctú, Mali.
El plan de Villarruel
Dos semanas después de las PASO, Villarruel sostuvo en un programa de televisión que el Museo Sitio de Memoria ESMA era el “museo de la desmemoria” y consideró que fue realizado por “gente que cobra subsidios y que ha manejado la historia como si fuera propiedad de ellos”. Asimismo, adelantó que si LLA ganaba las elecciones el predio debería “volver a la familia Raggio”, que originalmente lo cedió a la Armada; una movida que para las organizaciones de derechos humanos significaría aniquilar su valor como institución emblema de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia.
Sin embargo, al incorporarlo a su Lista de Patrimonio Mundial y equipararlo a lugares como el campo de extermino nazi de Auschwitz-Birkenau en Polonia, la Unesco destacó que el Museo de la ESMA “es el símbolo más prominente del terrorismo estatal”, por lo que tiene un “valor universal excepcional”.
En base a testimonios de sobrevivientes, el Museo Sitio de Memoria erigido en donde funcionó ese campo de concentración cuenta los delitos perpetrados allí al detalle. El recorrido que propone lleva a quien desee visitarlo a través de 17 salas que imitan el camino que hacía cada víctima una vez que era introducida en ese universo del horror: sótano, capucha, capuchita, Salón Dorado. También cuenta el proceso de juzgamiento a sus responsables: seis juicios orales y públicos concluidos, y un séptimo en curso; 73 represores condenados.
El organismo encargado de la evaluación de la candidatura, que fue presentada en 2022, felicitó a la Argentina especialmente “por el proceso excepcional y doloroso que ha llevado a poder determinar la veracidad de los hechos, las responsabilidades y buscar justicia a los crímenes cometidos durante la dictadura militar contra los oponentes armados y no armados y disidentes. Es un proceso que sigue en curso hoy”.
