La ausencia de Sofía Vannelli (FR) hizo caer el cuórum que UP creía tener garantizado. Guerra sin fin y cuenta regresiva para varios pesos pesados.
Sofía Vannelli.
Después de negociar durante horas, el peronismo no pudo sancionar en el Senado las reelecciones indefinidas para los cargos legislativos, un proyecto del kirchnerismo que parecía avanzar en la sesión de este martes. Hubo imprevistos: la massista Sofía Vannelli pegó el faltazo y UP no pudo conseguir aliados suficientes.
La sesión que debía comenzar a las 15 pasó a un cuarto intermedio que se estiró por más de tres horas. Pero la ausencia de Vannelli fue determinante. Los pocos aliados a UP que se iban a prestar a dar el cuórum (tres) avisaron que sólo lo harían si el oficialismo se sentaba completo en sus bancas. Saldada la interna principal entre los representantes de Axel Kicillof y de CFK, la renovadora metió un bombazo en redes y desató el desconcierto en la cámara alta.
El peronismo no logró conseguir las manos del bloque dialoguista para garantizar el tratamiento del proyecto de reelecciones indefinidas, una iniciativa del senador Luis Vivona, que se había impuesto por sobre la de Ayelén Durán, la kicillofista que buscaba incluir en el texto a los intendentes.
Si bien la postura del massismo respecto a las reelecciones es conocida -fue autor de la ley que las limita junto al gobierno de María Eugenia Vidal en 2016-, el peronismo confiaba en que con algunos miembros de bloques de la oposición podía avanzar aunque sea para garantizar las 24 presencias necesarias para el cuórum, y después jugar con algunas ausencias para aprobar el proyecto con mayoría simple.
UP tiene 21 representantes, de los cuales 20 se iban a sentar (kirchneristas y kicillofistas). Si hubieran bajado los 21, llegaban a 24 con los aliados, pero al ser sólo 20, el número quedó ahí. Aquellos bloques opositores que iban a prestar sus manos pusieron la condición de que sólo lo harían si el peronismo estaba presente en su totalidad, para no ser garantes de, además de acompañar el texto, facilitarle las disputas internas al oficialismo.
En ese equipo jugaba el bloque Unión Renovación y Fe, compuesto por tres representantes, mientras que también se mencionó la posibilidad de que Marcelo Daletto (UCR + Cambio federal) y Joaquín de la Torre (Derecha popular) pudieran dar una mano, aunque ninguno quería ser “el 24”. Pero la ausencia de Vannelli rompió con esa chance y el peronismo se quedó sin actores ni herramientas para ofrecer un acuerdo.
La frustrada sesión se puede leer como una derrota del kirchnerismo, que primereó con un proyecto siempre incómodo al que había conseguido darle curso en la comisión de Legislación general, donde pudo aprobarlo con una mayoría propia. En cambio, el de la senadora kicillofista ayelén Durán, ni siquiera obtuvo dictámen en comisiones, por lo que su aprobación en el recinto rozaba la utopía (precisaba dos tercios para el cuórum).
El problema es que el peronismo necesita resolver el tema este año, ya que en diciembre se le vencen los dos mandatos a varios legisladores de peso, entre ellos el de la jefa del bloque en el Senado, Teresa García. Para darle tratamiento al ítem intendentes todavía hay tiempo: los mandatos vencerán en 2027. Ese fue el principal argumento del kirchnerismo para, por ahora, sólo discutir el de legisladores.
Visiblemente furiosa, García señaló en una expresión de minoría que "esta decisión caprichosa de los presidentes de los bloques de la oposición, temiendo a que se dé la discusion política, deberán hacerse cargo". Y siguió: "Hay que dar la cara, si se gana se gana y si se pierde se pierde, esconderese es una actitud cobarde".