Duros y blandos pulsean al interior del espacio del gobernador. Reunionismo y rosca sin fin. Intendentes amenazan con candidaturas testimoniales.
Axel Kicillof lanza el MDF en La Plata.
La confirmación de que Cristina Fernández de Kirchner será candidata por la Tercera sección electoral de Buenos Aires, y la posterior comunicación telefónica con el gobernador Axel Kicillof, provocaron un remezón en el Movimiento Derecho al Futuro (MDF), que aún capitalizaba el impulso del acto fundacional realizado el sábado en La Plata.
En el universo kicillofista -como también en el cristinismo- conviven posturas duras y blandas. En las últimas horas, esas diferencias se volvieron más evidentes entre quienes promueven una unidad inmediata con CFK y quienes insisten en que el gobernador debe consolidar su propio camino, sin depender de la expresidenta ni de La Cámpora.
La semana estuvo marcada por una intensa agenda de reuniones en La Plata, dinámica que continuará en los próximos días y que tendrá su punto culminante el próximo lunes, cuando se realice una cumbre del MDF para evaluar el nuevo escenario electoral.
Entre los sectores más críticos, se instaló la idea de que la expresidenta le está dando al gobernador un “abrazo de oso”, buscando condicionar su autonomía y capitalizar la elección bonaerense, especialmente si el sur del conurbano se convierte en el único bastión peronista frente a La Libertad Avanza (LLA) y el PRO, que ya sellaron la unidad aunque aún discuten cómo instrumentarla.
Estos dirigentes insisten en que “la Tercera se gana igual, con o sin Cristina”, y recuerdan que en las dos últimas elecciones legislativas -2021 y 2017- el peronismo ganó sólo en esa sección, con el 46% y el 44% de los votos, respectivamente.
Dos de los más firmes exponentes de este sector son los intendentes Mario Secco (Ensenada) y Jorge Ferraresi (Avellaneda). Secco negó la llamada entre CFK y Kicillof. Voceros de ambos sectores confirmaron a Letra P que la comunicación existió.
“Con Cristina o sin Cristina, en la Tercera se gana. No baja para ganar, baja para mostrar que quiere jugar, y tiene todo el derecho del mundo”, señaló el jefe comunal de Ensenada, al tiempo que aclaró: “Después está el espacio que armó el gobernador, y eso es lo que a muchos les molesta”.
También marcó distancia de quienes apuraron la idea de una unidad: “Escuché que algunos decían que ya hay unidad. Bueno, no”, sentenció. En la gobernación, según pudo saber este medio, cayó mal el “show” mediático en torno al llamado, percibido como una maniobra para instalar una falsa unidad.
Ferraresi comparte la misma lógica. Ratificó que encabezará la lista de concejales en su distrito y no pegará su boleta a una encabezada por la expresidenta. En Ensenada también avisan sobre la posibilidad de jugar con candidaturas testimoniales. “Si todos los intendentes jugamos de testimonial, ganamos. Voy en Ensenada como primer concejal y le garantizo el triunfo (a una lista de Kicillof). Si ponemos 45 intendentes de testimoniales, cambiamos la historia”, dijo Secco en una entrevista radial.
De todas formas, no cerró la puerta a una negociación: “Puede haber lista única, pero no unidad frentista para gobernar, porque lo llenaron de tortazos al gobernador. Hoy estamos separados”.
Del otro lado, existe un sector más moderado dentro del MDF que pide prudencia. Plantea que el objetivo debe ser la unidad, pero sin ceder en el respeto a la conducción del gobernador ni en el armado de listas. Especial preocupación existe en distritos como La Matanza o Florencio Varela, donde no quieren enfrentarse electoralmente a una boleta encabezada por CFK.
Otros dirigentes prefieren mantener el silencio y aguardar definiciones: “El peronismo es verticalista, hay que esperar a que hablen Axel y Cristina y después ver cómo hay que jugar. No es momento para estar ansiosos”, afirmó un intendente a Letra P.
En la misma línea, un ministro del Gabinete de Kicillof planteó: “Está muy bien que todos y todas pongamos todo para dar la pelea juntos”, aunque subrayó que, en caso de acuerdo, el sector duro deberá “ordenarse”.
Más allá de las tensiones internas, todos los consultados coinciden en que Kicillof sigue “firme”. Nadie se anima a anticipar si optará por la unidad o por una ruptura, pero sí que continuará consolidando su rol como conductor de la provincia de Buenos Aires y como referente de su propio espacio político.
El MDF mantuvo una intensa agenda de encuentros desde el lunes, cuando Kicillof almorzó con nueve intendentes del conurbano y otros dirigentes para analizar el acto del sábado. El clima era de entusiasmo, pero el anuncio de Fernández de Kirchner alteró el tablero. Las conversaciones se extendieron hasta altas horas y seguirán el jueves, ya que este miércoles el gobernador tuvo agenda de gestión en Rojas y General Arenales.
La reunión clave será el lunes, cuando todo el MDF se congregue en la Gobernación, convocado por Kicillof, para analizar cómo avanzar en el nuevo escenario electoral.