Los teléfonos están al rojo vivo. Los mensajes entre la oposición, el oficialismo y los referentes del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) van y vienen con un solo objetivo: destrabar la el tratamiento del proyecto de ley agroindustrial. Próximo paso, ponerle fecha al plenario de comisiones. La discusión de halcones y palomas de Juntos por el Cambio también se cuela.
Esta iniciativa, que impulsó el grupo que reúne a más de 60 cadenas de la agroindustria, tiene la característica que todos quieren que salga, pero siempre se traba por alguna cuestión. Es un proyecto a 10 años con beneficios fiscales e incentivos para aumentar las exportaciones. En febrero perdió estado parlamentario pero volvió a ingresar.
Para los diputados del oficialismo es la iniciativa que impulsó Cristina Fernández y que defiende el ministro de Economía, Sergio Massa. Para la oposición, es un proyecto que beneficia a un sector cercano como el campo.
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Mientras tanto, los empresarios del agro esperan que se destrabe la negociación, ya que el gran punto de conflicto es si entra o no una reducción en las retenciones a los granos. El tiempo de reuniones informativas terminó. “La próxima vez que nos reunamos será para obtener dictamen”, afirmó a Letra P el presidente de una de las comisiones involucradas.
“La ley tiene que avanzar”, apuntó un dirigente de Juntos por el Cambio vinculado al sector agropecuario. Sin embargo, hay un gran punto en donde no se ponen de acuerdo entre oficialismo y los halcones de la oposición: retenciones. Las palomas entienden que hay que avanzar para lograr la ley posible.
El proyecto que ingresó el diputado del Frente de Todos y presidente de la comisión de Industria, Marcelo Casaretto, no contempla este punto. Mientras que, el legislador cercano a Patricia Bullrich, Pablo Torello, presentó su versión con una reducción en los derechos de exportación.
Retenciones, quid de la cuestión
Según pudo confirmar Letra P, la firma de Casaretto y la del diputado oficialista y presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, Carlos Heller, ya están. Faltaría la firma del radical y presidente de la comisión de Agricultura, Ricardo Buryaile. Antes de aportar su rúbrica, deben definir la posición del bloque. Halcones y palomas aún tienen mucho por conversar.
De todas maneras, en la oposición sostienen que no hay nada que no pueda resolverse y ven con buenos ojos un llamado a votar dictamen en la semana del 8 al 12 de mayo. “Podría ser antes”, comentó a este medio una fuente que mantiene contactos fluidos en las tres comisiones.
El FdT tiene en carpeta convocar a una sesión el 17 de mayo. “Esperamos llegar para que se trate ahí”, se ilusiona el oficialismo.
Por el contexto económico, avanzar con la ley sería una señal para un sector exportador, que hace unos días pidió una política agroindustrial. “La agroindustria no es un problema, es parte de la solución”, sostuvo el referente del CAA, José Martins, en un seminario del agro. Hasta el propio secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, planteó ante empresarios del agro la necesidad de la sanción de la ley para aumentar la producción.
El oficialismo quiere avanzar si las retenciones no se tocan, no hay margen para un paso en falso. “No tenemos mayoría. Si se fuerza un dictamen podemos no tener quórum y no la vamos a tratar”, confesó una fuente que se sienta en la mesa chica del bloque oficialista.
La pelota está en la oposición. Las palomas de JxC apoyan la iniciativa que reclama el sector agroindustrial de sacar la mejor ley posible. Mientras que los halcones plantean retenciones o nada y no le quieren regalar una “victoria” al Gobierno. “Si quieren la ley, que voten la baja de retenciones”, apuntó una fuente que está en el sector más duro de la oposición.
El CAA sigue con el teléfono al rojo vivo y hace lobby para destrabar este punto. Los halcones, por ahora, tienen la palabra. La necesidad de una bocanada de aire al sector más afectado por la sequía obliga a la Cámara baja a replantearse las posiciones. El sector privado mantiene el optimismo y ve con buenos ojos que el plenario se dé la segunda semana de mayo.