Pocos días después de que se reunieran en Buenos Aires, de que Patricia Bullrich le prometiera el desembarco de fuerzas federales y de que Maximiliano Pullaro respaldara su plan antipiquetes, la ministra de Seguridad visitó Rosario y compartió con el gobernador de Santa Fe un acto en el que volvieron a mostrar plena sintonía. Política y personal.
El acto en Rosario fue la excusa para lanzar el plan “Bandera”, un nuevo comando unificado que integrarán fuerzas de seguridad federales y provinciales y que, según lo anticipado por Bullrich y Pullaro, será conducido por ambos.
La afinidad entre gobernador y ministra se observó, incluso, en los detalles. Al celebrar la decisión de la ministra de ocuparse personalmente de la problemática que vive la provincia, Pullaro la definió como “amiga”. Ella le devolvió el gesto presentándolo como “el señor gobernador y amigo”. Pullaro asentía con la cabeza cuando la ministra hablaba, como respaldando las partes más salientes de su discurso.
WhatsApp Image 2023-12-18 at 18.48.40.jpeg
No sólo eso: el mandatario se permitió gesticular con énfasis, tres veces, un “muy bien” cuando Bullrich anticipó la intención de poner en marcha, junto a Luis Petri, ministro de Defensa, “los artículos de la ley de Seguridad Interior que permiten el apoyo logístico de las Fuerzas Armadas” para poner “a toda la Nación contra el delito”.
Aunque el intendente Pablo Javkin participó del acto --el escenario lo completaba la vicegobernadora Gisela Scaglia-- y Bullrich destacó su tarea en la gestión anterior “implorando” que ayuden a la ciudad frente a la inseguridad, siempre pareció lejos del vínculo de afectos y complicidades tejido entre la ministra y Pullaro. Hasta el protocolo pareció apartarlo de un rol central, cuando olvidó mencionarlo para que ofreciera un discurso. Fue el propio Pullaro quien debió insistirle, al reparar en la situación, para que ofreciera algunas palabras.
“Altero el protocolo y sólo para decir que esta ciudad hoy recibe lo que reclamábamos. Un acto de justicia para que la gente buena de Rosario pueda transitar en paz. Esta ciudad va a agradecer enormemente esta acción política concreta y directa para recuperar la paz y las calles en nuestra ciudad”, se limitó a marcar Javkin.
“Hoy estamos viendo que, a través de la nueva conducción que hay en la Argentina, pero fundamentalmente a través de la decisión de mi amiga Patricia Bullrich, vuelven las fuerzas federales a estar acá. Eso es muy importante. Es darle valor a la palabra cuando se planteó que íbamos a trabajar juntos y a darle una batalla de lleno al delito organizado”, destacó Pullaro.
WhatsApp Image 2023-12-18 at 18.48.39.jpeg
“Claramente lo que planteamos es que aquí tiene que haber un comando operativo conjunto, como lo indica la ley de Seguridad Interior. Conducido por el gobernador, que me hago cargo, y por la ministra de Seguridad de la República Argentina. Vamos a trabajar de manera coordinada en serio para darle respuestas”, anticipó el mandatario provincial.
El gobernador prometió ubicar a los detenidos más peligrosos en pabellones de máxima seguridad e ir detrás del lavado de activos para apoderarse de los bienes de las organizaciones delictivas.
Bullrich se encargó de ofrecer algunas precisiones sobre el plan de seguridad que tiene previsto para moderar los niveles de inseguridad y de violencia en Rosario y en las principales urbes de la provincia.
Aunque evitó precisar cuántos efectivos dispondrá para que patrullen el territorio, e incluso dijo que no revelará algunos detalles “para que no se enteren los delincuentes”, anticipó que se designará a un funcionario que permanecerá en Rosario monitoreando las acciones del Comando Conjunto. También habló del apoyo logístico de las Fuerzas Armadas, lo que fue celebrado gestualmente por Pullaro.
https://publish.twitter.com/oembed?url=https%3A%2F%2Ftwitter.com%2Fpablojavkin%2Fstatus%2F1736870650130940096&partner=&hide_thread=false
Entre otras medidas incluyó patrullaje en la hidrovía, la “intervención dinámica” de un grupo motorizado de gendarmería para tener “la misma velocidad que los delincuentes”, la detección de correos privados y encomiendas que sirven para el transporte de drogas y la reactivación de un programa para la reducción de armas. Habló también de reforzar el control en las cárceles y de avanzar con la finalización de las obras en la cárcel federal de Coronda.
Pullaro no sólo apura la finalización de esa penitenciaría a la que le falta un porcentaje ínfimo de obra sino que le solicitó, primero al ministro Mariano Cúneo Libarona, y ahora a Bullrich, que le cedan el control administrativo para ponerla en marcha en un mes y no dentro de dos o tres años que es lo que le llevaría a la Nación generar le plantel de personal necesario.
Bullrich dejó una fuerte definición al hablar de reforzar la idea de “legítima defensa” de la que podrán disponer los miembros de la fuerza de seguridad. “En muchos casos están detenidos de manera injusta por el solo hecho de haber llevado adelante la tarea que el Estado les encomienda”, opinó. En ese momento, una vez más, los aplausos de Pullaro eran más entusiastas que los de Javkin.
“Llegó la orden del presidente de la Nación de llevar adelante esta tarea que está encuadrada en la ley y la Constitución. Por eso nuestro mensaje es concreto: el que las hace, las paga”, insistió la ministra.
Al enumerar las acciones que proyecta, volvió a tener un guiño hacia Pullaro, al hablar de “un gobierno provincial que tiene las cosas claras, que tiene decisión y que no va a dar un paso atrás”.
Necesidad, urgencia o afinidad, lo cierto es que la sintonía, en el comienzo de las dos gestiones, pareció total.