-¿Cuál fue la razón por la qué empezaron más tarde?
-El trabajo de elaboración de un programa de gobierno llevó mucho tiempo, y hasta no tener con claridad y certeza qué es lo que queríamos hacer, de qué manera y con quiénes, entendíamos que era irresponsable armar una candidatura. Después, avanzar en un marco de alianzas con todo un equipo heterogéneo, donde hay distintas tribus, lleva su tiempo y eso nos fue demorando.
-¿Estuviste de acuerdo con los fuertes dichos de Losada contra Pullaro?
-La clásica es decir que la sacaron de contexto, pero la verdad es que Carolina nunca dijo que era narco ni que no lo iba a convocar. Cuestionaba su manejo de la policía y no se imaginaba convocándolo porque entendía que iba a ganar. Coincidíamos en que había que tener una campaña de contraste. Después, si vos hacés eje exclusivamente en lo negativo, pareciera que no hay un punto común. Quizás nosotros tendríamos que haber expresado con mayor claridad que el adversario estaba afuera, independientemente de que tuviéramos diferencias.
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Según Galdeano, "Carolina Losada nunca dijo que (Pullaro) era narco ni que no lo iba a convocar" // Foto: Indicoop
-La Losada fresca, disruptiva, ganó en 2021. ¿No modificó esas características en esta campaña?
-Posiblemente sí. También es cierto que no era una campaña legislativa y había que mostrar a alguien que, con seriedad, se tomara la responsabilidad de gobernar Santa Fe y llevar adelante un proyecto político. La mayoría de los que estaban en la parte creativa entendieron que la manera era mostrarla más seria. Es contrafáctico, pero quizás podríamos haber tenido otros resultados si Carolina se mostraba más natural, como ella es y como mucha gente le pedía en la calle que sea.
-¿Estabas de acuerdo con esa ala creativa?
-Con estos aspectos sí, porque entendía esos argumentos. No me voy a desentender de una campaña en la que participé, pero no era necesaria tanta agresividad y que ya había que pasar de la agresividad a lo propositivo. Quedó encerrada en esa agresividad, vos ibas a un lugar y te preguntaban solamente por las cosas que había dicho. Es como una persona que tiene una cicatriz en la cabeza, uno dice “no la quiero mirar” pero no hay manera de no mirarla. Acá pasaba lo mismo: hay cosas que generan un impacto que es muy difícil salir.
-Cuando hablás de estrategia, ¿hablás concretamente de Lucio Guberman?
-No, era un equipo de creativos muy grande. Teníamos consultores y equipo de creativos, como toda campaña. No era una sola persona, todos opinaban.
-Pero Guberman mantenía cierto protagonismo.
-No había un protagonismo excluyente, todo el mundo opinaba y tenía derecho a ser escuchado. Había un rumbo de campaña: la necesidad de contrastar lo nuevo y lo viejo, lo político clásico de lo político no contaminado, la figura de una mujer versus otras que no eran mujeres. Esas cosas estuvieron desde el principio, después las piezas concretas es como cuando tenés que redactar un documento y son tres, hay tres versiones.
-¿Cómo fue tu relación con Guberman?
-Tiene un estilo, que respeto pero no comparto, de que lo único importante es generar conversación acerca tuyo, no importa lo que se diga. Evidentemente, por más que algunos digan que eso está en el manual de la super genialidad de la lámpara de la comunicación política, en la práctica no dio resultados. En los resúmenes de conversación de redes sociales siempre estuvimos arriba de Pullaro y sin embargo perdimos. Teníamos que transmitir algo más y nos faltó eso, que para algunos como Guberman era por el lado de lo negativo y para otros era por el lado de lo propositivo.
-¿Vos de qué lado estabas?
Yo hacía un poco de equilibrio porque como referencia de la jefatura de campaña, cuando determinaba una posición ya no se podía volver hacia atrás, entonces trataba de que se sintetizaran esos estilos. Esa dilación en la toma de decisiones conspiró contra una campaña más eficiente.
-¿Hubo acciones dentro de esa estrategia de contraste que el ala política frenó?
Sí, muchísimas, porque planteaban cada vez ir más a fondo y ni estuvimos de acuerdo ni Carolina estaba cómoda en ese rol, entonces se descartó. Una cosa es contrastar, otra cosa es hacer eje en la agresión al otro. No le veíamos la utilidad a tener esa actitud ni que sea correcta.
-Y ahora que Losada no acompañe a Pullaro, ¿es consecuencia natural de todo esto?
-Después de las PASO provinciales, todos nos focalizamos en las PASO nacionales. Podríamos haber coincidido con Pullaro en algunas acciones de campaña de Bullrich, pero él optó por acompañar a Larreta. Más allá de acompañar a los candidatos que son de un sector o de otro, hay que estar unidos como coalición, y eso es responsabilidad de quienes ganaron las PASO. Hay asignaturas pendientes en términos de ordenamiento político, de cómo funcionar para adelante. No es por decisión de Carolina que nosotros todavía no tenemos una articulación más aceitada con la campaña provincial.
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El jefe de campaña de Carolina Losada sostuvo que el estilo del consultor Lucio Guberman "no dio resultados" // Foto: Indicoop
-¿Entonces es Pullaro el que no los convocó?
-No, no es que no nos convocó, sino que no se ha dado una instancia de ordenamiento político, ni con nosotros ni con otros actores de la política. Está faltando emprolijar ese engranaje para conservar todos los votos, porque nadie los va a conservar por inercia, y segundo para mostrar una coalición con capacidad de enfrentar lo que viene. No hago un reproche de esto porque todavía estamos a tiempo, pero tampoco queda demasiado para el 10 de septiembre.
-¿Hablaste con Pullaro?
-He hablado con él, y Carolina lo llamó el mismo día de la elección. También hablé con Felipe Michlig. No he hablado en una reunión política establecida para tener una grilla de agenda hacia adelante. Me he encontrado con él, lo he felicitado. Seguiremos conversando, yo no tengo problemas con nadie en eso.
-¿Por qué ni vos ni Losada fueron a la reunión post elecciones de Unidos?
-No estábamos convocados. Era para los que ganaron las PASO y dos representantes por partido. De nuestro espacio fueron un montón. Los que piensan que nosotros estamos en una actitud refractaria a la coalición porque perdimos están confundidos. Nosotros estamos para acompañar a Unidos, enfrentar al kirchnerismo y ganar la elección en todas las categorías. Vamos a tener, si existe una instancia de diálogo, planteos que hacer, como otros tendrán para con nosotros, pero no estamos ajenos a la campaña. Estamos sin protagonismo, acompañando donde nos toca.
-¿La elección del gobernador está decidida ya?
-Nunca hay que decir eso con total certeza, está muy encaminada.
-¿Y la de Diputados?
-No, va a ser una pelea más compleja. Hay que ver qué pasa con Granata o Argañaráz, que son las referencias más cercanas a Milei en Santa Fe, cómo procesamos dentro de Unidos los votos que sacó cada lista de diputados. Contamos con una cuestión a favor que es que la campaña de Lewandowski pareciera la de un opositor y la de Perotti directamente la de un marciano. Viven en una estratósfera. Con nuestro desorden, con las dificultades que tenemos para homogeneizar dentro de Unidos, nos ayuda mucho el descalabro del gobierno nacional y del gobierno provincial.
-¿Por qué no quisiste ser candidato?
-Primero porque entendía que había que dar un mensaje de que íbamos a tener una opción ganadora y que la mejor manera de demostrar eso era no salvarse por las dudas. Segundo, y más importante, porque yo ya llevo tres períodos como diputado, hay que dar lugar a gente nueva. Hoy tengo mil veces más experiencia que cuando asumí, obviamente, pero también es cierto que me desmotiva mucho el funcionamiento clásico de la Legislatura, y eso hace que uno no rinda como debería rendir. En concreto: se tratan tantas sandeces que ya no tengo ganas ni de ir.
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Galdeano contó que no fue candidato porque "en la Legislatura se tratan tantas sandeces que ya no tengo ganas ni de ir" // Foto: Indicoop
-¿Y ahora qué?
-Voy a seguir acompañando. Los espacios políticos no se terminan con una elección. A nosotros nos ha tocado ganar y perder elecciones un millón de veces, y seguiremos estando. Obviamente que el escenario se modificará de acuerdo a como sean las elecciones nacionales y provinciales y eso afecta el rol que uno pueda tener, pero yo ya había decidido no tener un cargo legislativo.
-¿Y Ejecutivo?
-No me desespera tener un cargo en el gobierno provincial ni en el gobierno nacional, sinceramente.
-¿Pero si Pullaro te lo ofrece o te lo pide?
-Depende del contexto. A priori, no tengo una posición ni a favor ni en contra. Va a depender de la utilidad política que uno pueda tener. Ni él tiene necesidad de que yo integre su gobierno ni yo tengo necesidad de integrarlo. Si tanto él como yo entendemos que es útil, no va a haber ningún problema.
-Vos no, pero ¿el espacio tiene aspiraciones de formar parte del gabinete de Pullaro?
-Nosotros no tenemos aspiraciones a nada, sí estamos para acompañar. Es el rol que nos toca. No vamos a conducir la provincia, la va a conducir Maxi si gana la elección. Y si la convocatoria es inteligente, es razonable, contempla a todos los espacios políticos de la coalición, la coalición se va a sostener unida y defenderemos el gobierno como si fuera nuestro. Si eso no existe, seremos oficialistas con un perfil propio dentro de la coalición. Si no participamos de las decisiones, vamos a tener más libertad a la hora de opinar y de decidir.