Esta campaña tiene la particularidad que todos los precandidatos a la gobernación de Santa Fe metieron a la producción y el campo en el eje de su campaña, al margen de la seguridad que es, como se sabe, el mayor drama santafesino. Como se sostuvo en esta columna a principios de año, la sequía y las elecciones presentaban una oportunidad y allí van en busca de votos. En los últimos diez días aceleraron contactos y recorridas por empresas, generalmente vinculadas al agro, y en una zona puntual: el oeste santafesino.
El cordón de departamentos linderos con Córdoba hacia el oeste, y a Buenos Aires al sur, generalmente, se tiñe de amarillo en las elecciones legislativas y presidenciales, en cambio a gobernador la cuestión es pareja. En 2019, Antonio Bonfatti por el Frente Progresista, hoy reconvertido en Unidos para cambiar Santa Fe con el PRO, ganó el departamento General López, tercer distrito electoral provincial, San Cristóbal y el norteño 9 de Julio, mientras que Belgrano, San Martín, Caseros y Castellanos quedaron para Omar Perotti.
Como es una región productiva, mayormente agropecuaria y en menor medida industrial, el medio que encuentran los precandidatos para pisar fuerte es hacer recorridas en empresas con identidad y arraigo, y darle mucha difusión. A modo de ejemplo, el precandidato a gobernador por el PJ, Marcelo Lewandowski, visitó la gigante Adecoagro en la localidad de Christophersen, una firma que entre varios negocios se destaca por la actividad de lácteos, alimentos y energía renovable.
A la par que el senador paseaba entre corrales de vacas ordeñadas, el gobernador santafesino estaba en algo parecido. Mientras le daba una foto más al álbum de Sergio Massa para fortalecer con peronismo unido su precandidatura, se traía el anuncio del Programa Impulso Tambero 2. En el entorno del elegido para suceder a Perotti sostuvieron a Letra P que se le está dando importancia al departamento mencionado, pero que en las generales harán un trabajo mucho más profundo.
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En tanto, el radical Maximiliano Pullaro no suelta esa zona por más que sea una suerte de patio de su casa. Además de ser oriundo de Hughes, varios dirigentes cercanos al pullarismo, como el senador Lisandro Enrico, pisan fuerte y los números -propios y ajenos- lo avalan. Pullaro visitó Nutri +, una industria de alimentación animal, y luego se reunió con productores agropecuarios de Rufino, en la punta de la bota. Para el cierre de campaña del próximo miércoles diseña un compromiso con el campo y la producción.
General López, la “punta de la bota”, podría ser decisivo porque más allá que el Frente Progresista haya ganado en 2019 y JxC en las intermedias de 2021 con el 50%, el gobernador realizó varias obras estructurales y podría tener buena recepción. En el equipo de Losada el desafío es doble porque le suman la localía territorial de Pullaro para la interna. Entonces, la carta, entienden, es más bien nacionalizar y meter mano a Patricia Bullrich y a Mauricio Macri, como sucedió la semana pasada en Venado Tuerto con un grupo de comerciantes y empresarios en el marco de la presentación del libro ¿Para qué? del expresidente.
Más al norte, en Caseros, San Martín y Castellanos, zona tambera por excelencia del país, la cuestión puede estar más peleada. El peronismo ha ganado para las elecciones a gobernador pero, como se mencionó, en presidenciales el germen es amarillo. La respuesta a la sequía será un factor determinante en la elección, por eso en los últimos meses el gobernador y la Nación mantuvieron subsidios y ayudas para paliar la horrenda campaña agrícola. En conclusión, retocando la letra de Divididos, "en el oeste está el agite, qué líder manda".