"Para vos, Miguel", dijo Clara García antes de besar la boleta naranja de la categoría diputados provinciales y meterla en la urna. Acompañada por Maximiliano Pullaro, la primera candidata a la Cámara Baja de Unidos para Cambiar Santa Fe votó en la escuela técnica N° 288 "Dr. Osvaldo Magnasco", en el macrocentro rosarino. Con la presencia del exgobernador Miguel Lifschitz -su fallecido esposo- sobrevolando en todo momento, hubo lágrimas durante su sufragio y la atención a la prensa, pero no empañaron el clima de triunfalismo que rodeó todo el acto.
Además de Pullaro, quien votó temprano en su Hughes natal y se vino a Rosario acompañado de uno de sus laderos más cercanos, Gustavo Puccini -quien suena en todas las charlas sobre un hipotético futuro gabinete-, a García la acompañaron el diputado provincial y armador del socialismo Joaquín Blanco y parte de su familia.
La sensación de triunfo no era fácil de disimular. Las fotos y los saludos con ambos candidatos presentes se multiplicaron. Incluso, García y Pullaro tuvieron que frenar a una señora que insistía en decirles que los votaría, corriendo el riesgo de que le impugnen el voto por cantarlo. Otro hombre se acercó a Pullaro y le dijo, canchero, buscando complicidad: "¿Me equivoqué o no me equivoqué? Voté a todos los de Newell's: Pablo Javkin, Ciro Seisas...". Pullaro río y agradeció, pero no le aclaró que no es hincha del equipo rosarino del Parque Independencia.
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Pullaro acompañó a García durante la espera pero, lógicamente, no votó. Sin embargo, no zafó de que una de las autoridades lo saludara efusivamente y lo mangueé: "Unas facturas, algo", le dijo. El exministro salió y le pidió a un colaborador que haga aparecer mágicamente algún presente. Mientras esperaba, se ocupó de ordenar la cola de gente que esperaba y sorprender a los recién llegados. Las facturas aparecieron, fueron entregadas, y se pudo escuchar cómo la misma autoridad de mesa le comentaba a alguien a su lado: "Ahora le pido una foto, ¿cómo es que se llama?".
Tras sufragar, García y Pullaro atendieron a los medios en la puerta, entre bocinazos a modo de saludo y la gente que los saludaba al entrar a votar. Solo hubo un momento de tensión, cuando dos personas que traían el catering para los fiscales del peronismo le hicieron algunos comentarios. Los candidatos eligieron no responder y dejarla pasar. La señora a la que casi le impugnan el voto esperaba pacientemente a un costado para obtener una preciada foto: "Clarita, vamos a ganar, por Rosario, el narco afuera", le dijo a García. Con Pullaro fue más directa: "Ay, Pullaro, qué lindo"
