Tal como adelantó Letra P, Tucho Fernández, el guardián de la fe designado por el papa Francisco y flamante superministro integrante de otros seis dicasterios romanos, debía estar presto para salir a cuidarle las espaldas a Jorge Bergoglio ante un casi seguro ataque del ala ultraconservadora eclesial. La misión del argentino era frenar el plan que fraguaba un grupo de cardenales jubilados para boicotear la asamblea con aires de reforma que el pontífice inauguró este miércoles en el Vaticano; a fin de consolidar su idea de una Iglesia más misericordiosa, abierta, integradora y con impronta social.
La ofensiva conspirativa fue encabezada por el alemán Walter Brandmüller, ex presidente del Comité Pontificio de Ciencias Históricas; el estadounidense Raymond Burke, a quien el papa destituyó de la Corte Suprema vaticana en 2017; el mexicano Juan Sandoval Íñiguez, hasta 2011 responsable de la arquidiócesis de Guadalajara; el guineano Robert Sarah, ex prefecto Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos; y Joseph Zen, el salesiano chino que fue arzobispo en Hong Kong.
Los purpurados enviaron al papa cinco dubia (la forma plural de “duda” en latín) exigiéndole precisiones doctrinales, entre ellas dos referidas a la bendición sacramental de las parejas homosexuales y a la ordenación sacerdotal de mujeres. Eso no fue todo. El planteo de los “puristas” también apuntaba a la autoridad y razón de ser del Sínodo de la Sinodalidad, convocado por el pontífice para involucrar a las bases laicas en el proceso renovador de la Iglesia y en el que por primera vez las mujeres tendrán voz y voto.
En la apertura de la plenaria sinodal, el pontífice ensayó una respuesta al advertir que no sirve “tener una mirada inmanente, hecha de estrategias humanas, cálculos políticos o batallas ideológicas" y expresar su anhelo de que esa instancia participativa sirva para que la Iglesia vuelva a acoger a “todos, todos, todos”.
cardenales dubia
Brandmüller, Burke, Zen, Sandoval y Sarah presentaron dudas doctrinales
Religión Digital
Respuesta rápida y réplica reformulada
La Guerra de las Dubia no es nueva. Hubo una primera batalla en septiembre de 2016, cuando cuatro cardenales –el alemán y el estadounidense firmantes de esta segunda; más otros dos ya fallecidos- le exigían que “clarificara” la doctrina sobre la comunión a las parejas divorciadas en nueva unión. Aquella vez, Francisco decidió no contestarlas.
Ahora, ante la nueva interpelación escrita en italiano por los dogmáticos, el papa respondió con celeridad; aunque ambas misivas recién se hicieron públicas este lunes, a dos días del inicio de la asamblea reformista. El Dicasterio para la Doctrina de la fe recibió la carta con las cinco dubia el 10 de julio y la respuesta del pontífice fue remitida un día después. Lo hizo mediante una carta de siete páginas, escrita en español a “cuatro manos” con Tucho Fernández y con una advertencia: "No podemos constituirnos en jueces que sólo niegan, rechazan, excluyen".
Papa Francisco sínodo
El papa Francisco participa de la primera jornada de la asamblea renovadora
Vatican Media
Las respuestas de la dupla Bergoglio-Fernández no convencieron al quinteto interpelador, que consideró “no han resuelto las dudas que planteamos, sino que, si acaso, las han profundizado”. Por esto, reformularon las dubia y las reenviaron a fin de obtener un sí o un no del papa, sin argumentación teológica. Francisco aún no respondió y su colaborador argentino dio a entender que seguramente no lo hará. “El papa ya les respondió, y ahora publican nuevas preguntas como si el papa fuera esclavo para los mandados”, les objetó Fernández, en declaraciones al diario español ABC.
Campo minado
La intervención de Tucho Fernández logró desactivar de algún modo la operación desestabilizadora de los cardenales ultraconservadores, ninguno de los cuales participa de la rosca de octubre en el Vaticano. No obstante, el grupo minoritario opositor minó de dudas ese camino y busca apoyos entre quienes participan de la asamblea reformista.
El primero de esos “sinodales” que adhirió a la carta de los cinco es el cardenal alemán Gerhard Müller, predecesor del purpurado argentino en la entonces Congregación para la Doctrina de la Fe, y a quien Bergoglio nombró personalmente para que integre la lista de más de 400 participantes de la asamblea de un mes. Su inclusión sorprendió a propios y extraños, dado que el purpurado teutón ya acusó públicamente a la estructura sinodal de “querer destruir a la Iglesia”.
Müller difundió una declaración de apoyo a quienes firmaron las dubia y reiteró su preocupación contra lo que considera una “visión perversa” de la autoridad de los pontífices, puesta al servicio del Nuevo Orden Mundial.
Papa Francisco asamblea sinodal
El papa Francisco participa de la primera jornada de la asamblea sinodal
Vatican Media
“En la actualidad, existe una posición herética, pero que favorece la carrera, según la cual Dios se revela sólo al papa Francisco a través de la información directa del Espíritu Santo, y que los obispos sólo tienen que repetir ciegamente estas iluminaciones celestiales y transmitirlas mecánicamente como marionetas parlantes. Un obispo, sin embargo, en virtud de su consagración, es el sucesor de los apóstoles y auténtico maestro del Evangelio de Cristo, pero en el colegio de todos los obispos con el papa como principio visible siempre presente de la unidad de la Iglesia en la verdad revelada y en su comunión sacramental. Esta es la verdadera doctrina de la primacía del papa y no el neopapalismo de los que quieren entregar la Iglesia de Cristo a la ideología del capitalismo ateo y antihumano de Davos”, escribió.
Los ultraconservadores ya minaron el camino sinodal. Ahora resta esperar si quienes integran esa lista de 464 personas participantes, entre ellas 54 mujeres con derecho a voto, se dejan convencer por un grupo minoritario y activan la bomba doctrinal de los tradicionalistas dentro del Aula Pablo VI; o acompañan el proceso reformista que Bergoglio se propuso encarar desde aquel 13 de marzo de 2013, cuando expresó: “Cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres".