El intendente de Pérez, Pablo Corsalini, candidato en la lista de convencionales que lidera Juan Monteverde, salió a blanquear que la elección, además de la instancia constituyente, también resuelve la interna del peronismo y le pegó al senador Marcelo Lewandowski, rival directo del líder de Ciudad Futura. ¿Qué pasa después del 13A en Santa Fe?
El 13A del peronismo santafesino
No hay un solo partido en la primera elección del año del país. Santa Fe definirá los convencionales constituyentes que se encargarán de reformar la Constitución, pero cada alianza – a la vez – tiene su propio mandato electoral. Y así como el gobernador Maximiliano Pullaro plebiscitará su gestión y anhela la llave a una reelección, el peronismo busca liderazgos a futuro.
En ese camino, Monteverde y Lewandowski tienen una disputa en particular. Sin chances de victoria, el PJ y aliados tiene en dicho enfrentamiento una jefatura por definir. El concejal de Rosario, no obstante, también tiene como objetivo máximo la Intendencia de la ciudad más poblada de la provincia en 2027, por ese motivo la posta de la interna la toman otros jugadores de su lista.
La exvicegobernadora Alejandra Rodenas, la dos de la tira, juega otro partido, más diplomático, pero Corsalini – en el puesto cinco de la nómina del PJ oficial – no tiene dramas ni empacho en salir a raspar a Lewandowski. “No tenemos que ser cómplices de esos compañeros que han venido al peronismo para lograr cargos y hoy hacen arreglos con radicales y se llenan la boca criticando y cuestionando al movimiento nacional y popular”, disparó el de Pérez en un acto de campaña. No hacía falta que aclare que el dardo filoso era para el senador.
El plan de Corsalini para la disputa interna del PJ de Santa Fe
Corsalini tiene el objetivo de poner sobre la mesa el aspecto generacional, rasgo que plasmó en la negociación previa al cierre de listas: la necesidad de que el PJ santafesino encare un proceso de renovación real y le dé mayor lugar a la dirigencia territorial.
A la vez, el intendente defiende la unidad del peronismo “en términos de construcción colectiva”. En ese sentido, se diferencia del armado de Lewandowski, porque prefirió armar y competir por fuera de la estructura partidaria. “No nos dan lo mismo los que especulan en los momentos donde las cosas peor están”, soltó, además, en una entrevista que concedió la semana pasada.
“Para otros fue más fácil correrse a un costado y empezar a generar un nuevo horizonte. En la política hay momentos de definición y que acá se empieza a marcar una raya de los que decidimos estar dentro del PJ en Santa Fe y quienes eligieron otro camino”, añadió en esa misma oportunidad.
Corsalini es uno de los dirigentes peronistas que mayor banca le da a la empresa de Monteverde. Le organiza reuniones, lo acompaña a actividades e invierte fuerte en cartelería con la silueta de ambos. Por interés propio, para empujar y ganarse un lugar en la convención reformista, pero también para colarse con mayor fortaleza en el proceso a futuro del peronismo provincial.
De ganar Monteverde, estará ante la chance de ocupar una silla más pesada en la mesa del PJ. De perder, en cambio, tendrá que recalcular y esperar los movimientos de Lewandowski, pero siempre desde adentro del partido.