La polarización que dominará la escena política los próximos años, con la confrontación de posturas de tintes liberales y socialistas en un constante revisionismo histórico, tuvo su primer capítulo en la ceremonia que se realizó este jueves en la Cámara de Diputados para la asunción de quienes ocuparán 130 bancas desde el 10 de diciembre.
Los cruces, que se repitieron en las bancas y en las gradas, tuvieron como protagonistas a referentes de La Libertad Avanza y de las tres fuerzas que se turnaron para atacarlos: Unión por la Patria, la izquierda y el socialismo, que por ahora seguirá asociado a Córdoba Federal. Los partidos de Juntos por el Cambio prefirieron no sumarse a la grieta.
Cristian "Chipi" Castillo, del Frente de Izquierda, abrió el juego con una provocación al público . "Juro por terminar con el capitalismo y por el socialismo", gritó. Se ganó silbidos del público libertario y algún aplauso del kirchnerismo. Alineamientos empiezan a cristalizarse, por afinidades ideológicas.
En LLA no hicieron más que abuchear, desde las bancas y los palcos, sin los cánticos que fueron tan habituales en la campaña. Sólo la salteña María Emilia Orosco mencionó la frase icónica "Viva la Libertad". La neuquina Nadia Márquez exhibió pañuelo celeste y pidió "por la vida", un anticipo de un debate que puede volver.
Hubo otras juras libertarias que no se limitaron a las formalidades. La cosplay Lilia Lemoine lo hizo "por la libertad y la paz de todos los pueblos y países". Pablo Ansaloni, uno de los rebeldes de LLA, juró por su familia y los trabajadores rurales. Marcela Pagano pidió por "la libertad de expresión". Sobraron menciones a Dios, como la de la mendocina Mercedes Llano.
El más aplaudido fue Martin Menem, elegido presidente de la Cámara. "Vamos Martincito", le gritaban sus familiares
Néstor, Cristina y los 30 mil
El bloque piquetero Juan Marino encendió el recinto con una jura larga, que pidió por "el pueblo que va sufrir la motosierra" y 30 mil desaparecidos de la última dictadura. Logró cosechar por igual silbidos y aplausos, tanto del recinto como de los invitados.
La kirchnerista Paula Penacca, una de las más entusiastas en aplaudir las juras anti-Milei, también por los 30 mil desaparecidos. Mientras que su par Julia Strada lo hizo por "Néstor, Cristina y los derechos de los trabajadores".
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Hubo más mensajes contra el presidente. Itaí Hagman, de Patria Grande, juró porque "la patria no está en venta". El chaqueño Aldo Leiva dejó otro mensaje: "Para que ningún mal nacido" abandone el reclamo por Malvinas.
La cordobesa Gabriela Estévez reclamó "por la justicia social", un concepto rechazado por Milei; y el socialista Esteban Paulón, quien compartirá el interbloque con los cordobeses aliados del Gobierno, advirtió que su juego es otro. "Juro por la memoria, verdad y justicia y por cada derecho adquirido". Máximo Kirchner no dijo una palabra, pero realizó un golpecito al estrado, en señal de alegría.
Larga espera
La sesión se inició con una demora de dos horas por el retraso de Unión por la Patria, que incomodó a la tropa Libertaria que había llegado temprano y tenían a familiares y a amigos en los palcos. Karina Miliei ocupó la primera bandeja, junto a Eduardo "Lule" Menem, primo de Martín Menem, el nuevo presidente de la Cámara. El futuro ministro del Interior, Guillermo Francos, llegó más tarde, y se ubicó en el bajo recinto. No se cruzó con la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien también siguió la sesión desde esa ubicación.
También se agruparon en ese lugar otros invitados especiales, cómo los gobernadores. Los primeros en llegar fueron Ricardo Quintela (La Rioja) y Alfredo Cornejo (Mendoza). También espera el inicio de la sesión desde ese sector Eduardo y Zulema Menem, padre y prima de quién será elegido presidente de la Cámara, Martín Menem.
La ceremonia estaba prevista para las 12 horas, pero empezó a las 13.49, porque la demora de los 101 Integrantes de Unión por la Patria, que aún discutían cómo repartirse las vicepresidencias. Empezó recién cuando el resto de las bancadas juntó una mayoría y el radical Atilio Benedetti, se adjudicó la presidencia, que debía ir para quien tuviera la mayor cantidad de años. Era Carlos Heller, quien luego tomó las riendas de la sesión.
El grupo de La Libertad Avanza fue el primero en llegar, se ubicó en el centro del hemiciclo, que suele estar reservado para los partidos provinciales. El oficialismo de turno suele ubicarse a la derecha de la presidencia y en ese lugar permaneció UP, mientras que los bloques que integraban Juntos por el Cambio (UCR, PRO y Cambio Federal), permanecieron en la derecha, clásico sitio de la oposición más numerosa. Ahí se quedarán.