LAS PIRUETAS DE LILITA

La paradoja de Elisa Carrió: la denunciante original del caso Vialidad se asocia con UP en Diputados

Lilita no celebró la detención de Cristina Fernández de Kirchner. Su bloque en la Cámara baja mantiene una alianza táctica con el peronismo. El caso Lousteau.

El desenlace de la causa Vialidad tuvo una paradoja: el mismo día en que la Corte Suprema ratificó la detención de Cristina Fernández de Kirchner (CFK), en Diputados, su bloque, Unión por la Patria (UP) se asociaba en una votación con la Coalición Cívica, el partido de Elisa Carrió, la denunciante original los direccionamientos en la obra pública.

La alianza no es nueva: hace meses que en la Cámara baja el oficialismo sufre una mayoría en contra que coordinan UP, la CC, Democracia Para Siempre (UCR crítica) y Encuentro Federal. Son quienes empujan la investigación del caso $Libra y la semana pasada, mientras la Corte daba el veredicto sobre CFK, jugaron en equipo en la primera reunión de la comisión.

Ese día hubo un intento de elegir autoridades y la UTE opositora votó a Sabrina Selva, de UP y cercana a Sergio Massa. Mónica Frade, de la Coalición Cívica, no se apartó de la estrategia y ni habló del caso Vialidad. Fue la línea que bajó Carrió, quien anunció sus intenciones de ser candidata a diputada por Buenos Aires. La chaqueña entiende que pegarle a CFK se convirtió en un mal negocio para su espacio, que sólo puede subsistir si confronta contra el Gobierno.

La ecuación no cambia con la detención de su exrival de las elecciones presidenciales. "El fallo refuerza la polarización de los extremos. Pero nosotros vamos a seguir lejos de ese juego, aunque no se cosechen multitudes", explican a Letra P fuentes de la Coalición Cívica, donde señalan que, si es necesario, mantendrán alianzas tácticas con UP en el Congreso, impensadas hace sólo un año.

La prudencia de Elisa Carrió

Conocida la sentencia de la Corte, Carrió hizo declaraciones para dejar en claro que no se prestaría a un escarnio contra CFK, aun cuando el fallo toma como referencia una denuncia suya. “La verdad, la justicia y la condena no me pueden desprender a mí de que yo no tenga compasión de lo que está pasando Cristina y su familia. Creo que un poco yo la he querido”, se animó a decir la exdiputada.

Carrió se diferenció del diputado libertario José Luis Espert, quien la semana pasada volvió a insultar a Florencia Kirchner, la hija de la expresidenta. “¿Qué se cree este señor? ¿Dónde estaban? Hay que tener respeto, no solo cumplimos con nuestro deber. No voy a hacer leña del árbol caído. Yo tuve la certeza de que iba a haber justicia”, exigió la exdiputada.

Quienes frecuentan a Carrió dicen que su nueva línea quedó clara cuando pidió en sus entrevistas hablar del "Garrahan y de la salud" o "de la perversión del Gobierno". Milei siempre la tomó como una enemiga, aun cuando se sentaba a negociar posibles alianzas con Mauricio Macri, por entonces socio de la Coalición Cívica en Juntos por el Cambio.

El problema de Carrió es que, para confrontar con Milei, tiene dos caminos: o compite con sello propio y se arriesga a elecciones paupérrimas, como las de la Ciudad; o busca alianzas amplias para enfrentarlo, en la que no puede quedar afuera el kirchnerismo.

Esta última alternativa no está por ahora sobre la mesa electoral, pero sí continuará siendo parte de un juego de alianzas en Diputados, donde Maximiliano Ferraro tiene diálogo con UP para definir el plan de acción. Es el autor del proyecto para volver a armar la comisión investigadora de $Libra y darle la presidencia a un opositor duro.

La línea histórica la representó esta semana Juan López, quien sin los tonos altisonantes de otros tiempos, recorrió los medios para repasar el caso Vialidad. Mientras que el legislador porteño Hernán Reyes se cruzó en X con el ministro de Salud, Mario Lugones, por el funcionamiento del hospital Garrahan.

¿Y Lousteau?

El radicalismo vinculado a Martín Lousteau también quedó incómodo por la detención de CFK, porque hace un año el espacio mantiene un acuerdo legislativo implícito con Unión por la Patria. En el Senado, el propio economista conversa frecuentemente con Juliana Di Tullio y Anabel Fernández Sagasti. Fue a partir de esos diálogos que logró ser presidente de la bicameral de fiscalización de organismos de inteligencia.

En Diputados, la coalición opositora tiene como protagonistas a UP y a Evolución, que es parte del bloque Encuentro Federal junto al diputado Facundo Manes, quien nunca perdió diálogo con CFK. La bancada la preside Pablo Juliano, aliaos del neurólogo. Su reacción al fallo de la Corte fue una queja por la lentitud en la investigación.

En Evolución hubo más moderación. Lousteau no cuestionó el fallo, pidió respetarlo, pero dejó una chicana: "Si la justicia actuara diligentemente, en todo tiempo y lugar, y en todos los casos de corrupción por igual, tendríamos otro país", posteó.

La diputada Carla Carrizo, la figura más cercana a Lousteau en la Cámara baja, cuestionó los ataques de Espert a la hija de CFK. "El insulto y la práctica de querer afectar la dignidad de las personas no es comunicación política, es violencia y no está avalada ni permitida", sostuvo y anunció que pedirá tratar el repudio al posible candidato libertario en el recinto, en la sesión citada para el 2 de julio. La grieta en Diputados ya es otra. Muy distinta a la que había cuando se inició la causa Vialidad.

CFK. 
Los tres jueces de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, Carlos Rosencrantz y Ricardo Lorenzetti, los rostros más notables de la Argentina injusta.

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