La última vez que la salud presidencial fue noticia fue el 15 de noviembre pasado. En la madrugada argentina, con un diagnóstico de “gastritis erosiva con signos de sangrado”, Alberto Fernández estuvo internado por unas horas en Bali, Indonesia, donde participaba de la Cumbre de Líderes del G20.
Poco después de ingresar al Hotel The Apurva Kempinsk y fotografiarse con Joko Widodo, su par de Indonesia, el Presidente sufrió una descompensación que lo obligó a suspender su agenda oficial, hasta tener los resultados de los estudios que se le realizaron. Fue reemplazado por el canciller Santiago Cafiero y el ministro de Economía, Sergio Massa.
El episodio provocó un gran susto en la comitiva presidencial y hasta derivó en un impasse en la interna del Frente de Todos, con un llamado de Cristina Fernández de Kirchner: la vicepresidenta se comunicó con el mandatario para saber cómo se encontraba. Habían pasado 45 días desde la última vez que se había reportado un dialogo entre ambos, cuando Fernández fue a ver a la expresidenta luego del intento de maginicidio.
Mientras en la comitiva del G20 se especulaba con la temperatura, las horas de viaje, el jet lag, el primer parte de la unidad médica presidencial informó primero que Fernández sufrió un cuadro de hipotensión y mareos.
No fue ese el primer episodio alrededor de la salud de Fernández en los últimos años. En la campaña presidencial, en junio de 2019, fue internado en el Sanatorio Otamendi, donde en la noche de este martes se le realizaban estudios por un fuerte dolor lumbar, a causa de un cuadro de “inflamación pleural” que podía deberse a “una obstrucción arterial subsegmentaria”, se informó por aquella época.
"El paciente presenta buen estado general, con adecuado control del dolor, deambulando por la habitación, acompañado por su familia", detalló el parte médico. A la medianoche, el entonces candidato escribió en sus redes: "Vuelvo a trabajar con mi salud a pleno y mis ganas multiplicadas".
https://twitter.com/alferdez/status/1136108166456807424
En abril de 2021, cuando promediaba su presidencia, Fernández fue diagnosticado con Covid-19 positivo. El contagio fue reportado el día en que cumplía 62 años.
“El cuadro clínico es leve debido en gran parte al efecto protector de la vacuna recibida", informó entonces la Casa Rosada. "Quería contarles que al terminar el día de hoy, luego de presentar un registro de fiebre de 37.3 y un leve dolor de cabeza, me realice un test de antígeno cuyo resultado fue positivo", contó el propio mandatario.
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