PERONISMO PARA ARMAR

El massismo se arma y busca meter la cuchara en el peronismo cordobés

El Frente Renovador se alista en Córdoba para la pelea nacional y local. La buena relación con Llaryora que Schiaretti no permite explotar. Links con el FdT.

El Frente Renovador (FR) que conduce el ministro de Economía, Sergio Massa, dio esta semana un paso fundamental para su conformación en la provincia de Córdoba. Quienes integran la junta promotora presentaron las adhesiones ante la Justicia Electoral y quedaron a la espera de la oficialización de la personería provisoria, que le permitiría al partido participar de las elecciones nacionales de octubre. Presidida por Fernando Caubet, la mesa del massismo confía en que llegó el momento de darle al tigrense la herramienta territorial que nunca tuvo en la provincia mediterránea de cara a un desafío todavía abierto que se presenta en el futuro del peronismo a nivel nacional.

“Sergio puede ser candidato a Presidente o puede decidir no serlo, pero lo cierto es que el espacio va a seguir trabajando y nosotros tenemos el desafío de dotarlo de una estructura en Córdoba, donde nunca la tuvo”, confiaron a Letra P fuentes del espacio renovador.

La relación de Massa con la provincia siempre fue muy particular. Tuvo un excelente vínculo con José Manuel De la Sota, con quien confluyó en el espacio Una Nueva Argentina (UNA) que lo llevó como candidato a presidente en 2015. Mantuvo una relación tirante con Juan Schiaretti, con quien rompió lazos luego de integrarse al Frente de Todos y abandonar el armado transversal denominado Alternativa Federal del que también participaban Juan Manuel Urtubey y Miguel Ángel Pichetto. Supo tejer alianzas con Olga Riutort y todavía sostiene una muy buena relación con Martín Llaryora, a quien conoce de la militancia peronista de finales de la década del 90, cuando ambos formaron parte de la mesa nacional del Frente de la Esperanza que trabajaba por la candidatura presidencial de Ramón “Palito” Ortega.

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Massa y De la Sota en 2016, durante un encuentro del Frente Renovador.

Massa y De la Sota en 2016, durante un encuentro del Frente Renovador.

Siempre con estructuras “prestadas”, el exintendente de Tigre supo estar, pero no afianzarse. Apenas si conserva algunos contactos con el delasotismo del sur provincial, que derivan en algunas relaciones que se expresan en la estructura del Ministerio de Transporte, uno de los terrenos fuertes del massismo en el gabinete nacional. Por eso, desde hace un tiempo sus partidarios mediterráneos entienden que llegó el momento de dar el paso y trabajar en esa dirección. Si bien los tiempos sólo alcanzan para proyectar el armado nacional que, en el mejor de los casos, permitiría a la tropa renovadora colarse en una lista para la Cámara de Diputados, la mirada sobre la provincia se mantiene activa. El horizonte concreto imagina un debut oficial en las elecciones que definirán al sucesor de Juan Manuel Llamosas en Río Cuarto, el año que viene. El detalle legal no excluye al massismo de la rosca provincial que se definirá en la primera parte del año.

Las reuniones entre massistas y las diferentes versiones del peronismo provincial se suceden desde hace ya tiempo. Por una cuestión de cercanía y territorialidad originaria, sus referentes participarán activamente de algunas elecciones municipales de este año. Apuntan La Calera, James Craik, Cruz del Eje, Villa Ascasubi e incluso la ciudad de Córdoba. “Tenemos referentes barriales que están trabajando muy bien en la capital, nos gustaría que alguno de ellos pueda llegar a ser concejal”, dicen, casi como una expresión de deseo a la que le ponen un tope a sabiendas de la complejidad característica con la que los espacios peronistas no cordobesistas tienen que lidiar en la provincia.

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“Schiaretti nos tiene muy lejos”. Con esa frase, en el FR acusan recibo de la distancia que el gobernador pone a todo a lo que huela a kirchnerismo en el centro del país. De hecho, en sus recientes aparariciones públicas, el mandatario no oculta su rechazo a quienes forman parte del oficialismo nacional. “Ni con Cristina (Kirchner), ni con Alberto (Fernández), ni con Massa”, dice cuando le consultan por posibles acercamientos que podrían ayudarlo a hacer crecer su espacio a nivel nacional. Es menos tajante con el otro extremo de la grieta cuando advierte que podría sentarse a dialogar “con algunos sectores de Juntos por el Cambio”.

Lo concreto es que la esperanza del Frente Renovador cordobés está, casualmente, en la renovación del peronismo provincial. Reconociéndose dentro de la estructura definida por el massismo a nivel nacional, advierten que la disyuntiva en la provincia se resuelve a partir de la posibilidad de crecimiento que puede ofrecer cada uno de los espacios en los que potencialmente podrían participar. “Si me das a elegir, yo quiero estar con el que vaya a ganar. Necesitamos fortalecer la estructura para Sergio y para eso tenemos que ocupar espacios”, aseguran sin titubear. Por eso, tiran nombres: “Massa y Llaryora tienen la misma edad y comparten ideas y estilos. Son dos dirigentes que están convencidos de que se puede construir de una forma distinta y con la participación de todos los sectores. El problema es que Llaryora es muy respetuoso de las decisiones del partido”. Traducido: el problema es Schiaretti.

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En ese contexto, la expectativa se traslada hacia el espacio que actualmente representa al gobierno nacional en el centro del país. All, tienen que lidiar con una de las grandes incógnitas de la política provincial: el intendente de Villa María, Martín Gill. Si, como ya contó Letra P, la llegada del exsecretario de Obras Públicas al cordobesismo es un hecho, el acercamiento de Massa con el villamariense también podría significar una puerta de acceso que hoy parece tener la lleve puesta del lado de adentro. “Tienen un buen diálogo, desde hace un tiempo están charlando más, pero no sabemos mucho más de lo que se sabe públicamente”, dicen en el grupo que está pariendo al Frente Renovador en la provincia.

Con Gill jugando o sin jugar, el massismo sabe que tiene un lugar asegurado en el Frente de Todos, que ya anticipó que presentará lista propia en las elecciones provinciales. En esa amplio espectro que reúne a figuras delasotistas históricas, vectores del schiarettismo desencantado y kirchneristas que resistieron a la seducción cordobesista ya hay un precandidato a la gobernación confirmado: Federico Alesandri. En el FR se sienten a gusto con la posibilidad de un armado peronista a tono con la conducción nacional que pueda, inclusive, dirimir su suerte con la pata kirchnerista que podría ser representada en esa interna por Gabriela Estévez y Pablo Carro. “Es una posibilidad. Estaría buenísima una interna, porque nos ayudaría a acomodar las cosas”, dicen en el FR.

lanzan la mesa promotora del frente renovador en cordoba
quien es elettore, el delasotista que massa eligio para la casa de la moneda

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